NOVEDADES

05 marzo 2013

¡TE ESTOY DICIENDO QUE YA ME DESPERTÉ!


05 marzo 2013


Se presentó un partido a priori difícil, contra un Belgrano que siempre nos presenta problemas con su juego de esperar y contraatacar, que siempre se aprovecha del más mínimo error y lo pagamos con uno o dos goles. Este era un partido con poco margen de error, donde íbamos a tener que movernos con mucha inteligencia en el mediocampo para generar jugadas asociadas. Esto fue posible porque los volantes centrales de Belgrano salían a presionar a tres cuartos de su campo, y estaba en manos de Maxi o de Figueroa ganarles la espalda y encontrar el hueco para llegar al gol. Así fue después de un primer tiempo bastante horrendo, con una primera media hora para el olvido y una jugada que cambió el partido.

Fueron 28 minutos donde Figueroa y Maxi jugaban a las escondidas, no tenían interés en buscar la pelota y generar juego, más bien esperaban a que les llegara por medio de alguna fantasía de Nacho, como en el caso del gol que se erró Rodríguez (que todavía no entiendo por qué no le pego de zurda y de primera allá a los 12 minutos). Lo de Maxi hasta el momento del gol era para ser duro con él, pues a mi entender comete errores que no son típicos de un jugador de su categoría. Él debería ser el distinto, el que desequilibre, ese jugador al que se busca cuando no estamos finos con la pelota o cuando sentimos que no podemos entrar por ningún lado. Al final me cerró la boca, hizo un gran partido y pudo haber convertido un total de tres goles.

Lo de Nacho ya supera totalmente las expectativas, está en un nivel superior. Es como escuché al salir de la cancha. Si fuera un partido de pibes de las inferiores en el que están todos a prueba, el empresario claramente diría: “me llevo al 32”. Es el distinto, el que marca el camino y nos emociona con sus jugadas. Martino le encontró una posición muy fructífera allí como falso nueve: un delantero centro al que todos buscan en el área, pero que antes de llegar ya empezó el armado de la jugada desde tres cuartos, y después no lo encuentran. Un jugador realmente muy completo.

Como si hubiera habido un crimen, lo de la defensa al principio me pareció un poco sospechoso. Víctor López me daba seguridad, y Ortiz también. Empecé a observar el fondo con detenimiento y noté que esa sensación persistía, salíamos jugando con celeridad y sin arriesgar mucho, López cerraba con buen timing, Ortiz no desentonaba. Fue tan raro como reconfortante, me dio ánimos para pensar que podríamos tener más seguridad en defensa este campeonato.

En fin, Belgrano no hizo nada en todo el partido y dejó en nuestras manos el dominio del encuentro. Lo aprovechamos y ahora quedamos bien parados para el partido de copa. Buenos augurios entonces, el equipo despertó luego de tres partidos bastante feos. Aún hay que mejorar, no hay que regalar ni un minuto, hay que salir a jugar desde el pitazo inicial y ser persistentes, hay que ser sólidos atrás y pensar con rapidez. ¿Pido mucho? No sé. Si queremos la copa, hay que exigir más. ¡Vamos la Lepra!

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO
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