NOVEDADES

05 marzo 2013

NO PERDAMOS LA CABEZA


05 marzo 2013


Nada. Nada de nada. La impotencia se adueña de la escena, tomando un papel protagónico aquí por Peña y Arenales. Impotencia porque las cosas no se dan tal como se planifican, impotencia porque en vez de hallar respuestas a aquellos interrogantes que se abrieron cuando el año recién se asomaba, nos encontramos con nuevas grietas. Impotencia porque quien debiera aportar la solución, pareciera terminar siendo parte del problema.

Cabezas gachas, bien gachas. Las falencias se agigantan fecha a fecha, y, de forma inversa, van cayendo nuestras ilusiones. Minuto a minuto, jugada a jugada. Es que realmente, quien quiera realizar un análisis que se proponga ir más allá de los resultados (demoledores para cualquier equipo con pretensiones), las conclusiones no dejarían de ser iguales o más preocupantes. 

Llegábamos a Rosario luego de haber perdido 4 puntos en los últimos 2 minutos de juego (Aldosivi 1-Banfield 1; Banfield 0-HELP 1), llegábamos con la esperanza de cortarle a los Parlantes Rosarinos esa racha digna de envidiar para cualquier club. Llegábamos esperanzados por encontrar un equipo ordenado, pensante, y por sobre todas las cosas, confiando haber aprendido de los errores cometidos hace no muchos días. 

Lamentablemente sucedió todo lo contrario: Banfield, tal vez por primera vez en la temporada, no mostró absolutamente nada dentro de la cancha, no dejó ni un punto rescatable, ni un eje sobre el cual construir cimientos a reforzar, y terminó siendo superado con argumentos no muy sólidos por un Rosario Central, que, a falta de fútbol y claridad, generó empuje constante hasta lograr romper con el cero en nuestra valla. 

Así fue que llegó el segundo tren, y así fue también que Banfield lo dejó pasar (nuevamente), pero ésta vez con una salvedad: no sólo lo dejó pasar, sino también dejó que el tren lo pise. Cuando parece que ya no podemos recibir más golpes, llega uno nuevo que nos tira aún más abajo. Desde lo personal, siento que el sábado por la tarde Banfield tocó fondo, que algo se fundió. No vi reacción, no por falta de voluntad, sino de respuestas. Si no las encuentra el cuerpo técnico, menos la van a poder encontrar los jugadores. 

Sin embargo, nuevamente quiero ubicarme muy lejos del cataclismo y la catástrofe, porque nos tocó transitar por ello hace no muchos meses, allá cuando los genios del “Lo mejor está por venir”, nos mandaron a la “B” de forma tan alevosa como indignante. Por eso, quiero que antes de caer en la desesperación porque los resultados no se dan, recordemos a esos hijos de puta, a los verdaderos culpables del presente que nos toca vivir inmerecidamente. 



Quiero que antes de levantar la voz contra un técnico o un jugador, recordemos los 115 millones de déficit que nos dejaron (y los tantos otros que se robaron). Quiero que recordemos la incertidumbre y la incontenible violencia que sentíamos aquel 24 de junio por no saber qué iba a ser de nuestro club. Porque se habían llevado absolutamente todo, hasta nuestro derecho a votar. 

Yo quiero que Banfield vuelva a ser, y entiendo que esto no es más parte del proceso. Aquellas improvisaciones son las que nos llevaron a donde estamos hoy, y pedir la cabeza del técnico, no sería más que otra de ellas. Me importa, y mucho, pasar otro año en la B Nacional, pero más me tiene que importar hacer las cosas bien para no volver nunca más. Por eso elijo seguir alentando, participando y reconstruyendo: por y para nuestro querido club. 

No perdamos la cabeza. Ni olvido ni perdón. 

Por lo menos así lo siento yo. 
ADELANTADO TALADRO
Share This :
 

Top