Todavía es raro y complicado entender cómo Olimpo logró traerse un empate del Gigante de Arroyito. En ese mismo estadio se enfrentaban ayer, dos de los mejores tres equipos de la B Nacional. Donde sólo pudimos rescatar el punto que sumamos, pero hay que mejorar en varios aspectos. El Aurinegro jugó todo el partido prácticamente en su arco y eso no puede pasar en un equipo con serias aspiraciones para volver a Primera.
Más allá de que en estos últimos partidos no jugamos bien, los números siguen demostrando porqué estamos donde estamos. Olimpo es el equipo que menos goles recibió en lo que va de la temporada y uno de los que más convirtió, pero a esos números hay que acompañarlos con una regularidad que en este momento nos está costando conseguir. Y es en ese aspecto donde deberá trabajar Walter Perazzo, volver a afirmar esa defensa que tanta seguridad nos venía dando y certificar el juego de mitad de cancha hacia delante. Para eso hay jugadores que son fundamentales y que tienen que estar, uno de ellos es el “Titi” Villanueva, criticado por unos pocos pero querido por muchos. Con la actitud que lo caracteriza, ayer frente a Central se notó su ausencia. Gutiérrez es otro de los hombres esenciales, sin él al “Colo” Gil le cuesta más encontrar un socio en la cancha; junto con Vega son los dos jugadores que le imprimen dinámica y velocidad al medio campo.
En cuanto a lo sucedido ayer, lo que más me inquieta es que no logramos pasar la mitad de la cancha. Por ahí el gol tempranero en contra de Valentini (buena maniobra de Bou) provocó que Central nos metiera en un arco, pero hasta los 25 min del primer tiempo no sufrimos sofocones. Después de eso los rosarinos fueron amos de la redonda durante el resto del partido y nuestro Aurinegro se dedicó a defender sin ningún tipo de aptitud ofensiva. No había posibilidad alguna de llegar a la paridad, Central no lo liquidó y Delgado nos regaló un empate, que dado el trámite del partido, se festeja y mucho.
Párrafo aparte para hablar de Ezequiel Parnisari. Impecable la tarea del pibe. Sacó todo lo que pasó por su sector con huevos y entereza. Siempre que lo toca entrar cumple y demuestra que está para jugar.
Debemos tomar estos dos últimos partidos para corregir errores y no repetirlos. Sería bueno que el técnico vuelva a darle confianza al “Chory” Vega, jugador fundamental que puede dar soluciones en la mitad de cancha.
El fin de semana que viene recibimos en casa a Dep. Merlo, partido que puede ser clave para volver a encontrar el rumbo y la confianza del equipo. Estamos en zona de ascenso y con el objetivo tan latente como siempre. A no quedarse. Hay que apretar los dientes y seguir luchando. Con la misma humildad de siempre y tirando todos para el mismo lado. Como dice la canción “todos unidos triunfaremos”. Desde acá, como siempre, el cariño será eterno.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO