A ver muchachos, vayamos desde lo más frío y concreto hasta lo más subjetivo y opinable.
El viernes pasado, frente a Godoy Cruz, Américo Rubén Gallego cumplió exactamente una rueda, un torneo al mando del primer equipo de Independiente. Por si no recuerdan, el Tolo asumía allá por septiembre de 2012, en la quinta fecha del torneo inicial en Mendoza, también con derrota contra el Tomba por 2 a 1.
Sigamos con los datos duros. En 19 partidos, el balance del entrenador son 5 partidos ganados, 6 empatados y 8 perdidos. De 57 puntos en juego, obtuvo sólo 21 unidades, lo cual redondea un 36% de efectividad.
Los crueles pero realistas e indiscutibles números lo reflejan: campaña totalmente mediocre. Más teniendo en cuenta las altas expectativas, no sólo por la angustiante situación, sino por la supuesta garantía que significa, a priori, Gallego, el DT que "todos" reclamaban.
El viernes último, el Tolo, como siempre carente de autocrítica, una vez más encontró en la suerte el mayor culpable: "No puede ser que perdamos este partido", comentó. Como dicen los que saben, si fallás en el diagnóstico muy difícilmente encuentres la cura. Hace cuatro fines de semana, en este genuino espacio de opinión, justamente hacía alusión a este error de análisis por parte del técnico (¿Mala Suerte?).
Le recuerdo, el agujero entre el medio y la última línea es responsabilidad del técnico y cómo trabaja ese sector durante la semana. En este torneo no fue la primera vez que esa zona se mostró extremadamente débil y vulnerable. ¿Entonces de qué suerte hablamos?...
Le recuerdo, el agujero entre el medio y la última línea es responsabilidad del técnico y cómo trabaja ese sector durante la semana. En este torneo no fue la primera vez que esa zona se mostró extremadamente débil y vulnerable. ¿Entonces de qué suerte hablamos?...
Independientemente que es obvio que la suerte no nos está acompañando, está claro que el problema del Rojo es el FUNCIONAMIENTO. Sacando algunos buenos momentos (motivados contra Vélez o Racing), la defensa suele ser bastante frágil y endeble. El mediocampo recupera como puede y le cuesta horrores generar fútbol, asociarse, llegar con diferentes variantes al área rival. Y, en este marco de escasísima gestación de juego, la definición se reduce a un puñado de acciones que representa más exigencia, confianza y puntería.
Dicen que a la suerte hay que ayudarla. La fortuna no viene sola y resuelve cuestiones que el trabajo no realizó. Habitualmente los guiños del azar vienen aparejados con una labor sólida, sustentable y creíble, momento en el cual la suerte sólo interviene en un porcentaje mínimo. Como pequeño complemento digamos.
Reconozco que no resulta simpático pedir por la renuncia de un entrenador, pero en esta complicadísima situación de mi querido Independiente lo último que quiero ser es simpático. Pretendo ser realista y de opinión jugada y punzante, si lo que aprecio lo amerita. Y particularmente, en esta sección de cada martes, nunca estuve de acuerdo con la contratación de Gallego y partido a partido fui marcando las fallas que consideraba (Todas mis notas).
Por eso hoy, después de una ronda completa, creo que el tiempo se acabó. Por los fundamentos que exhibí creo que Américo Gallego ya no podrá encontrarle la vuelta al equipo y debería dar un paso al costado con grandeza y dejar que otro lo intente, antes de que sea tarde.
En las últimas horas el Tolo apeló a su conocida verborragia y frases para la tribuna: "Quiero que venga todo hacía mí. Que a los jugadores los liberen de eso. Estoy tranquilo por la entrega de los muchachos y pase lo que pase me voy a quedar. De acá salimos todos juntos, no se borra nadie. La CD me respaldó". No quiero más frases que me endulcen el oído, quiero que el Rojo juegue a algo y que gane y Gallego su tuvo su oportunidad y los números no lo acompañan.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO - @GastonIbarra
