Bien vale todo lo dicho en las primeras fechas del torneo. El Ciclón volvió a ser ese equipo que va y va, pero choca y choca. Idéntico a aquel contra Belgrano y alejadísimo del que arrolló a River. Con todo alineado para empezar a mirar la punta de la tabla, terminamos otra fecha analizando los resultados de Quilmes, SMSJ, Independiente, etc. que agradecemos, ya que parecen no tener mayor interés en aprovechar los traspiés de Ciclón. Entonces, ¿qué cambió de una semana a la otra? Por empezar, algunos de los protagonistas. Afuera Buffa y Ruiz, adentro Piatti y Bordagaray. En otras palabras, sacamos despliegue y verticalidad, para meter pausa y firulete. No es la mejor de las ecuaciones. De hecho, Piatti dejó la cancha con murmullos. Murmullos que se alimentan en lo que sabemos que puede ofrecer, y que no da. Tampoco exisitió ese gol tempranero que calma las ansias. Las ventajas que dio River, Tigre no las dio. Hubo un penal en contra que bien podría no haber sido cobrado. No digo que no haya sido, sólo que son más la veces que esas manos no se cobran que las que sí. Todos elementos que ayudaron a nublar la tarde soleada en el NG.
Sin embargo, más preocupa la forma en que el equipo sale a buscar estos partidos. Confundiendo posesión con dominio y avance con ataque. Tirar centros a una defensa alta, no es ataque. Tener 60% de posesión de la pelota y cero ocasiones de gol, no es dominio. Será cuestión de revisar esta formas. Pongamos buenos “centreros” para desbordar y buenos “habilitadores” para terminar las jugadas de 5 o 6 toques.
Lo que está claro es que la actitud de buscar y buscar es válida. Se pidió en otros ciclos y ahora es justo decir que se sale a ganar todos los partidos. No hay mezquindad ni amarretería. Falta pulir y ajustar. Pero la idea está plantada. Cuando empiecen a caer los goles, vamos a estar hablando de un lindo equipo el del Ciclón.
Por lo menos así lo siento yo.
