NOVEDADES

26 febrero 2013

SIN CLÁSICO


26 febrero 2013

Verdaderamente fue un gran partido. Todavía perdura la emoción y alegría del domingo, clásico que, aparte por el valor en sí mismo, se disfruta el doble por la angustiante situación que vivimos hace ya un par de meses.

Quedó demostrado que Independiente tiene con qué pelear y recursos para ilusionarse con vivir con mayor tranquilidad este tiempo. Y hablando del material, quiero detenerme en dos jugadores puntuales: Hernán Fredes y Federico Mancuello.

Parto de ellos para destacar la actitud y la garra demostrada, nada más y nada menos que frente a Racing, ya que a menudo son criticados, a veces con razón y otras no, por sus irregulares rendimientos y sus cuestionadas formas de encarar determinadas jugadas o acciones.

Esta vez, Fredes y Mancuello, dos chicos del club, dejaron las dudas de lado. Enfrentaron las críticas y ambos dijeron "¡acá estoy yo viejo!" y fueron ejes centrales en la deliciosa victoria ante los vecinos. En la misma línea es para felicitar a Leonel Miranda, Diego Rodríguez y Sergio Ojeda, jugadores que no están tanto en la lupa pero también mostraron un gran nivel. Todos surgidos de las inferiores.

Por otro lado, lo de Fabián Vargas fue im-pre-sio-nan-te. Dio una magistral clase de cómo desenvolverse como volante central, como clásico 5. Con una presencia inmaculada, el colombiano fue el dueño de la mitad de la cancha en base a esfuerzo y, algo que a los hinchas de Independiente nos importa mucho, juego y técnica también (exquisito caño a Bolatti inclusive). Vargas deja la vida por recuperar la pelota y después toca con criterio. Un fenómeno.

Un punto para pensar. Entiendo que la emoción y ansiedad nos invita a pensar en la tabla de arriba, pero por favor, no cometamos ese error. Aprendamos de la experiencia ajena y acordémonos lo que sucedió con River, jamás asimilaron la seria chance de descender y miren lo que pasó. De acá a mitad de año, nuestro único objetivo es no descender. Y punto. 


Hay muchas razones para explicar por qué es increíblemente único ser hincha del Rojo, pero una de ellas es que nuestro clásico es Racing Club. Es lindo enfrentarlos, es reconfortante, es divertido.

Esta vez no hubo clásico, la grandeza de Independiente borró cualquier otra presencia, que no sea el propio y sagrado INDEPENDIENTE.


Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO
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