Esa bronca incontenible, esa calentura, y, sobre todo, esas ganas de romper y destruir cualquier tipo de objeto que se encuentre al alcance de nuestras manos, sin importar el valor económico ó sentimental depositado en él. Todo con el mero objetivo de descargar un poco esa furia que sólo el fútbol es capaz de generar. (“Por qué te pones así, si es solo fútbol?”… y la re puta que te parió).
Por todas esas sensaciones nos tocó transitar el pasado viernes, cuando, de forma (casi) inexplicable, y pasados los 5´ adicionados por el nefasto Castro (equipos ajenos, anótenlo, ya lo van a sufrir), perdimos los 2 puntos más dolorosos en lo que va del torneo.
¿Se le puede caer al “árbitro”? si a éste muñeco se lo puede llamar así, (a Zulma Lobato la podríamos nombrar tranquilamente la diosa del verano), sin dudas que sí, porque no supo llevar el partido, porque en ningún momento se hizo respetar, y sobre todo, porque el rival hizo, dijo, y jugó cuantos minutos quiso.
Ahora bien: no hay peor verdad que la realidad, y ésta indica que, habiendo logrado romper el cero rival en el minuto 7 y con un hombre más desde los 35´ del ST contra uno de los equipos más mediocres y tibios de ésta categoría, no supimos cerrarlo, y eso se terminó pagando demasiado caro. El partido estaba en nuestras manos, eran 3 puntos de oro que nos permitían seguir alimentando ésta ilusión que todos tenemos del regreso a primera en el menor tiempo posible.
Si realmente queremos lograr el objetivo debemos entender y saber de antemano a lo que nos enfrentamos en ésta categoría: desde pésimos arbitrajes, hasta canchas inhóspitas, sin olvidar los planteos amarretes, y los exageradísimos “pum para arriba” de todos los fines de semana…
Lo cierto es que se nos escapó, que sufrimos demás por recostarnos en defensa protegiendo el cero en nuestra valla, y, quedó por demás expuesto, que eso no es negocio, al menos no para nosotros.
Sin embargo, nunca fui alguien que se caracterice por el dramatismo, y ésta no va a ser la excepción, mal que le pase a aquellos oportunistas que están esperando, ansiosos, que Banfield tropiece para ver por si pueden llegar a meter su veneno, el cual fue desactivado con el mejor antídoto posible meses atrás: la participación activa de los socios en las decisiones institucionales del club. Por lo que también es cierto que nada está perdido como algunos, al mejor estilo Lilita Carrió, predicen, y que ante éste punto que hoy vemos de forma negativa, tendremos que encontrarle la vuelta, para lograr mirarlo con buenos ojos al llegar la fecha 38.
¿Cómo? aprendiendo de los errores, con trabajo, esfuerzo y concentración para no volverlos a cometer: ese deberá ser el punto a trabajar de cara a las próximas dos finales determinantes en nuestro camino hacia Primera (GELP en el Lencho, Central en Rosario).
La única lucha que se pierde es la que se abandona, y Banfield no se puede dar el lujo quedarse en el error, de tropezar y regalar el torneo: Banfield está para volver, y éste fútbol que tan injusto fue con nosotros el viernes, nos da dos hermosas revanchas ante rivales directos en la pelea: será cuestión de levantar la cabeza, dejarse de joder, y seguir para adelante, con orgullo, con pasión y con la fuerza que todos nosotros les vamos a dar desde afuera para devolver al más grande del sur, al lugar que merece. Ojalá no la desaprovechemos.
Ponga huevo´ que no ha pasado nada!.
Párrafo aparte: Impresionante lo de la gloriosa gente del taladro: Más de 2500 almas dijeron presente en Mar Del Plata, un viernes en horario casi laboral (¡Gracias AFA!), mucho color y mucha fiesta acompañando y alentando al equipo, como siempre, demostramos estar en las buenas tanto como en las malas. Que somos el 70% del sur, ya no quedan dudas.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TALADRO
