Tras una larga abstintencia de fútbol durante un par de meses y con las ilusiones renovadas, me fui para el estadio a ver al León. Panchito de por medio empecé a cantar, el clima era positivo, predominaba el entusiasmo, y ni hablar cuando a los 10 minutos de partido nos encontrábamos ganando 1 a 0 con un golazo de un Gelabert que sorprendió a todos jugando de doble cinco. Pasados los veinte minutos el aire cambió, algunos murmullos colmaron la tribuna, el nerviosismo se adueñó de la gente, al ver que el equipo no podía tener la pelota y fallaba en las pelotas paradas.Como vengo diciendo desde hace rato, es elemental trabajar la pelota parada, seguimos siendo vulnerables, tal fue así que nos cabecearon en todas las pelotas al área.
Si tengo que disponer de una sola razón por la cual perdimos, me inclino por la bajísima producción de dos jugadores, Schunke y Silva lamentablemente se pusieron de acuerdo para hacer todo mal en el partido, el primero no marcó a nadie y cuando quiso salir jugando demostró que no es lo suyo, y el segundo salió mal en todas las que se animó a cortar. Obvio que no quiero matar a dos buenos proyectos, ambos fueron de los más regulares en el torneo anterior.
¿Cagna? Bien, puso lo que tiene que poner un DT con ganas de dejar una impronta en el club; sacó a Román cuando lo vió mal y también a La Gata (a pesar de no coincidir) cuando lo creyó conveniente. Demuestra carácter y propone juveniles, claramente es para aprovechar. También es cierto que el momento de transición ya debería empezar a terminar, ojalá los resultados acompañen.
Vayamos al gallinero a alentar con la esperanza de una victoria, el equipo está, trabajemos en consecuencia.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PINCHA
