Qué decir de
semejante triunfo, de tan tremenda actuación, de haber borrado de la cancha y
dejar por momentos en ridículo, nada más ni nada menos que a Boca. Este es uno
de esos partidos que se van a recordar por siempre y va a pasar en el recuerdo
de varias generaciones de Albos.
Sinceramente uno
creía a priori que es uno de esos partidos que nos encanta jugar y que se sabe que si no lo ganas, no es dramático. Y más en esta realidad en la que vive All
Boys con un plantel corto, la necesidad de sumar puntos, algunas dificultades
económicas y con la cabeza puesta más en el festejo del centenario que en
reforzarse. Sin embargo el equipo volvió
a ser el que sorprende, el que pudo con River, con Independiente con San
Lorenzo; con Velez y Estudiantes cuando fueron campeones, y volvió a repetir
contra Boca una de esas actuaciones que hacen sucumbir al mundo del fútbol
vernáculo para que All Boys esté en boca de todos una vez más.
Encolumnados en un
Ahumada cada vez mejor y goleador (lleva 3 en 3 partidos, haciendo más goles en
3 fechas que en toda su carrera), y en un equipo solidario, sacrificado y de
buen trato de pelota desde los pies del colombiano Montoya Muñoz, más la
solidez de Cambiasso, All Boys solidificó un triunfo claro, inobjetable y que
pudo terminar en una goleada.
El barrio desde
temprano se vistió de fiesta y terminó como muchos lo habíamos soñado y pocos
lo habíamos razonado.
All Boys se
despertó, jugó bien, aportó la cuota necesaria de juventud con un Montoya Muñoz
en gran forma, y con la experiencia y oficio de hombres como Sánchez y Ahumada
que superan los 70 años entre los dos. Inteligente planteo de Romero que esta
vez además de neutralizar al rival encontró la vuelta para generar juego en
ofensiva y lograr un triunfazo histórico, como aquel de
David contra Goliat.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ALBO