NOVEDADES

26 febrero 2013

AL CARAJO LA OBJETIVIDAD


26 febrero 2013


Pocos motivos, pocas conclusiones y certezas, si el premio que se llevaron los vírgenes de la Plata fue mucho o poco, la verdad no me interesa. No prendí la tv, no pude estar en el lugar que más quiero en el mundo, en mi primera casa, en el Lencho Sola (maldita facultad). No miré ningún análisis, tampoco escuché a Garnero, ni me metí en los portales ni el foro del club para leer opiniones. 

Realmente me tomé este partido como una final, porque entendí que así lo era. Arrancábamos la fecha cuartos con la posibilidad de terminar en puestos de ascenso directo. Terminamos cuartos a 5 puntos de nuestro inmediato rival, y a 8 del puntero, a quien visitamos el sábado. Sin dudas y por lejos, éste es el golpe más duro que hemos recibido desde que caímos en esta categoría donde nos metieron los tíranos (no pienso parar de nombrarlos, ladrones hijos de mil puta). 

No logré soltar el celular de mi mano ni para disimular escuchar al profesor, mientras me iban tirando el minuto a minuto del partido. Cuando llegó el gol de los virgos no tuve más remedio que pararme del salón y retirarme, enojado conmigo mismo, como si fuese un jugador más del equipo, como si yo hubiese podido cambiar algo del resultado que se había dado. Realizo este preámbulo para que quizás, los muchos o pocos que lean ésta nota se enteren qué clase de objetividad van a encontrar en ella: la respuesta es NULA. Soy estudiante de periodismo, y lo que estoy haciendo realmente es criminal, yo lo sé. 

Simplemente no esperen objetividad de mi parte a la hora de hablar de Banfield, no me pidan que me siente a insultar mientras las ilusiones de volver se van cayendo. Perdón, no puedo, ni tampoco quiero hacerlo. Yo quiero al club de forma enceguecida, en torno a él giran mis máximas alegrías y mis más profundas tristezas. Yo no entiendo de razones cuando hablo del más grande del Sur. ¿Cómo ser objetivo si de chiquito me calzaba todos los santos lunes la Reebock con la “10” de Garrafa en la espalda y me iba al colegio, sin importar el resultado sucedido el fin de semana?. Lo hacía de chiquito, y de grande lo repito de la misma forma. Mis ilusiones siguen intactas, y aunque hoy es martes, estoy igual, con la de Banfield a morir, como siempre, como nunca voy a dejar de hacer. 

Entiendo que es momento de eso: de seguir poniéndose la camiseta, de seguir apoyando (aún más), de alentar y sumar desde nuestro lugar para sacar de ésta a Banfield. En junio nos sentaremos a hacer cuantos análisis queramos. Ahora, es momento de dar fuerza, de no bajar la cabeza y seguir apostando por este equipo, por este cuerpo técnico.

Por mi parte, estoy ansiando que llegue el sábado para viajar a Rosario a seguir acompañando al club de mis amores, a ese que nunca me dejó tirado, que nunca me defraudó, ese que es el ejemplo más grande de humildad, huevos y corazón que jamás vi en mi vida. Por eso creo que el ascenso no es imposible, porque hemos peleado batallas mil veces más duras que ésta y logramos lo que nadie esperaba. El fútbol siempre da revancha y nos quedan 16 más. No tengas dudas taladro, el 70% del Sur no va a parar de alentarte.

Párrafo aparte: Las comparaciones son odiosas, lo sé, y más aún si sos hincha de LanuSH: Fijate la fiesta que metió la gloriosa gente un lunes a la noche en la B Nacional, y ya que estás, mirate cada vez que sale tu equipito a esa “C”ubetera: realmente dan pena.


Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TALADRO
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