Huracán
solo por ser quien es y representar lo que representa en este futbol debería
“comerse a los chicos crudos” en esta categoría. Sin embargo, anda penando en
una miserable mitad de tabla que no lo despega del fondo de los promedios y tampoco
lo termina de acercar al pelotón de arriba, para pelear definitivamente un
lugar entre los tres ascensos.
Lo
del domingo fue increíble, teníamos todo para ganar. Hubo llegadas clarísimas,
como la Matías
“mecomotodaslasfaciles” Deferico o la última de Rodrigo “nomepidasquedefina”
Erramuspe y encima ellos estaban con uno menos, pero nos regalamos solos, como
unos boludos, ni siquiera nos tuvieron ni que atacar, solitos les regalamos el
gol.
Igual
no voy a hacer la fácil de salir a matar a todos por este partido perdido (o
empatado, para Huracán es lo mismo cuando solo necesita ganar), pero si voy a
decir que todos los que tienen que ver con el futbol del club deben pensar
fuertemente qué mierda van a hacer porque nosotros, los hinchas, tenemos
fuertemente arraigado el sueño de volver a primera división y jugando como lo
venimos haciendo vemos que ese sueño es más difícil de creer que la relación
entre el cantante de Miranda! y Andrea Rincón.
¡Ojo!
Que no es una cuestión de resultados nada más, ya el partido con los jujeños
Huracán había jugado bastante flojo y ayer, a pesar de las varias ocasiones de
gol malogradas, el nivel del equipo volvió a ser bajo, aunque perfectamente
pudo haber ganado por uno o dos goles más.
Imagino
que en otros clubes no se exige nada más que un resultado pero aquí la gente
disfruta del juego asociado, de la pelota al piso, de pedir player que se hace
cargo de la bocha, del toque y la gambeta. No es que seamos exquisitos, pero
sabemos que a largo plazo lo único que rinde es consolidar una identidad de
juego que saque de cada uno de los futbolistas lo mejor.
Se
vienen dos partidos realmente definitorios para las aspiraciones de Huracán,
Gimnasia La Plata
y Rosario Central, dos equipos que nunca imaginaron que llegarían a ser
importantes (única explicación posible para elegir ponerle el nombre de la
ciudad al club) y sin embargo lo han logrado y junto a nosotros son los grandes
de la categoría, la diferencia es que ellos lo demuestran en la tabla y
nosotros no.
No
queremos, otra vez, hacer “la gran Huracán” de empezar el año que las ilusiones
ahí arriba e ir bajando las expectativas hasta lograr en la última fecha el
objetivo de no descender (y encima festejarlo como un titulo). Queremos
ascender, jugar en primera, pararnos de manos con cualquiera, demostrar
grandeza… tenemos hambre, hambre de gloria…
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO QUEMERO