NOVEDADES

12 febrero 2013

DILUVIO LEPROSO EN EL MÁS ROJO INFIERNO


12 febrero 2013


A priori, jugar contra un Rojo necesitado en Avellaneda con Pompei de árbitro (que tranquilamente podría ser el señor rellenito que te atiende en un carrito), era un choque durísimo donde el empate era un negocio favorable. Si a eso le agregás los mini-infartos que produce Guzmán cada vez que toca la pelota, se veía venir un partido para comerse las uñas, para sufrir como un loco, y así fue.

Vi un Maxi que no había visto el torneo pasado: enchufado y participativo en el juego.  Ese Maxi que esperábamos el semestre pasado y que ahora apareció, o quizás que reapareció. Vi un Villalba en un principio dubitativo, errático, pero que se pudo acomodar con el correr de los minutos. Vi al mismo Mateo de siempre, aguerrido y luchador, pero obviamente sin ideas ni juego, dejando en Figueroa todo el peso del juego y la creación. A Figueroa no le podés dejar ni el agua del mate para que cuide y Martino creyó que iba a conducir al equipo. Por suerte, Muñoz entró y le dio a nuestro juego vertical más precisión en un momento donde la lluvia no lo permitía.

Hay algo que voy a tener que reconocerle al “Patón” Guzmán, y es que para mí fue el gran responsable de que Farías erre el penal de esa manera, como un gran pateador de Rugby. Es que al ahora rapadito Guzmán le molestaba que la pelota estuviera 4 centímetros fuera del punto blanco y se lo indicó al árbitro, casi como una protesta infantil. Pero la clave estaba ahí, en ese pocito que Ernesto “pecho frío” Farías había hecho en el área; beneficio que Guzmán no le dejó aprovechar.

De todos modos, no nos creamos el Barcelona, la defensa fue un desastre. Heinze se podría haber quedado en Crespo antes que hacer el flojísimo partido que hizo, Vergini estuvo más inseguro que salir a la calle con reloj importado y Casco en defensa no cerraba nada. Al menos destaco a Cáceres y un muy buen primer tiempo, un buen rendimiento que no pudo sostener en el segundo, aunque siempre se mantuvo firme en el fondo.

La figura del partido no se saca con ninguna fórmula. Fue evidente y hasta previsible, si Nacho sigue en este nivel, podemos ilusionarnos con pelear la copa y el torneo. Tener un delantero que define partidos es fundamental, es parte de la columna vertebral del equipo. Hoy Nacho es indispensable y necesitamos que siga así. En un partido caliente, donde cualquiera podría haberlo ganado y donde la lluvia desvirtuó todo el desarrollo del juego, Scocco fue la diferencia, se encontró con Casco y con Maxi, y marcó la distancia entre Newell’s e Independiente. ¡Grande Nacho! Yo sueño, podemos soñar leprosos. Ese Nacho apareció en el diluvio y la metió por dos, no es ningún chiste de gallego.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO
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