Astrada tuvo, a mi entender, la falencia de cambiar constantemente los jugadores y el sistema. Llegó un punto que ninguno sabía a qué jugaba. Hoy en día, si bien Schurrer mantiene un mismo sistema de juego, me parece que el problema sigue siendo el mismo: ninguno de los jugadores sabe a qué juega.  

Figueroa, goleador histórico de las inferiores de Central, nunca pisa el área y, cuando llega al área, llega tarde y, detrás de él, queda un hueco enorme.

Debutó Villalba. Uno lo conoce de la tele y de los partidos que jugamos contra River, es un pibe que juega contra la punta y gambetea. Es el típico jugador que encara al 3 y lo pasa. ¡¡El Viernes jugó por el medio!! Tocó 3 pelotas y, cuando la tenía, no sabía qué hacer.

Anangonó está solísimo arriba. Se vio en un par de jugadas que terminó “pateando al arco” estando incómodo y marcado, porque ya no sabía qué hacer.

Encima, para terminar con estos ejemplos, el segundo gol de Racing viene de un tiro libre en cuál el delantero cabeceó sólo, sin marca. ¿Nadie sabía que lo tenía que marcar? En fin, hay muchos indicios que nos muestran que el equipo esta perdidísimo.  Y, lo peor de todo es que no se ve que Schurrer tenga una solución. Ahora, igual me pregunto, ¿Alguien la tiene?  El viernes jugamos contra Arsenal y parece que si no hay un resultado positivo, Schurrer se va. Si se va, ¿Quién viene? ¿Quién podrá solucionar esto? Si gana y se queda, ¿será un punto de quiebre para dar vuelta la situación? ¿O será lo mismo que pasó con Astrada, un oasis en el medio del desierto?

Ninguno sabe que va a pasar. Lo único que pido es que esa sensación que me quedó después del partido, esa sensación de desazón al ver que mi querido Argentinos es totalmente inofensivo, no pase nunca más.  El viernes se abre las puertas del DAM otra vez, esperemos que sea para que el equipo nos de una alegría. Esa alegría que tanto necesitamos…