En la calurosa tarde cordobesa del domingo y con el marco imponente característico del Gigante, el Pirata venció al equipo de Victoria por la mínima. Por momentos jugó bien, lo mereció más que su rival, y le mostró a su público su faceta protagonista en el juego.
Zielinski y los suyos han logrado mejorar la campaña más exitosa en la historia del Celeste (también lograda por este cuerpo técnico), restando aún la última fecha del certamen en condición de local frente al Pincha.
A fuerza de mucho trabajo, sobretodo en el aspecto de la preparación física, y solidificando una identidad futbolística propia, este Belgrano del ruso, si bien ha sido demasiado conservador, logró eficacia y rendimiento. Los resultados obtenidos son realmente inapelables para un equipo que milita su segunda temporada en la máxima categoría luego del último ascenso. Belgrano se ha establecido como el hueso más duro de roer del país, sabe a lo que juega y si bien la táctica es simple y casi nada atinada (con mucho miedo diría), ha dado muchos frutos, ha permitido al Celeste despreocuparse del descenso y hasta ha llegado a ilusionar a los hinchas con el título.
Sin embargo, la actitud de Belgrano reflejada en el juego ha sido muy pobre. Apostando más a protegerse contra su arco, asumiendo así los riesgos de defender tan cerca de Olave, cediendo la pelota, el terreno y por ende el protagonismo en el partido a su rival; pensando sólo en marcar por medio del contragolpe o esperando un error de la defensa contraria y nunca tener la iniciativa de sumar de a 3 puntos. Ese es el Pirata de Zielinski, efectivo, rendidor, sumador, pero sin actitud ganadora. Casi todo el torneo estuvo en el lote de arriba, con mucha solidez, unión del plantel y jugando en equipo (también responsabilidad del ruso), pero tanto jugadores como cuerpo técnico, siempre se pronunciaron como sólo interesados en permanecer en primera. No se pensó más, no se jugó a más. Y cuando llegó la apuesta, el Velez del "tigre" ya tenía prácticamente abrochado el título.
No se le exige el campeonato, sino la intensión de pelearlo. El objetivo estaba cumplido, el campeonato inestable, el fútbol en una mediocridad atroz y los equipos con ventajas eran los ordenados, como el pirata. Hasta hace poco tuvo oportunidades de depender de él mismo, pero la apuesta fue otra.
Por 6 meses más continúa este exitoso cuerpo técnico al mando del barco celeste. El club institucionalmente no sólo está entero, sino que carece de deudas, crece día a día y se presenta hoy como ejemplo en su administración. Las inferiores desbordan de frutos y enriquecen nuestro plantel, el cual ha dado importantes muestras de lo que es capaz. Espero que se vea más a este Belgrano ganador, ofensivo y con el arco rival entre ceja y ceja. Junto con la gran labor de Armando Pérez y compañía, hoy se puede decir que para el torneo que viene, somos candidatos a lograrlo en la medida que así se lo desee.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PIRATA
