Terminó el año para el Ciclón. Un final que deja al equipo con cierta tranquilidad de cara al trascendental semestre que vendrá en 2013. Queda un vestuario en paz, sin polémicas ni bochornos. Un cuerpo técnico que se acomodó con el correr de los partidos y que tendrá todo una pretemporada para terminar de diagramar lo que quiere. Un plantel que se está afianzando y donde asoman jugadores que generan altas expectativas. Una dirigencia que asumió en el caos, que ganó las elecciones, que decidió cambiar de técnico y que descansará tranquila sabiendo que los resultados avalaron sus acciones. Y, por sobretodo, un pueblo azulgrana feliz de haber recuperado su lugar, esperanzado y optimista con el futuro.
Terminó el año con un empate en cero con Lanús. Un partido donde los jugadores estarían pensando más en el descanso que en otra cosa. Toda esa tensión y presión que generó el partido anterior con Independiente, se liberó con el triunfo y relajó al equipo. Por eso el punto que trajimos del Sur sirve para seguir sumando. Se pudo haber ganado, se pudo haber perdido. Se empató y punto.
Quedan algunas cosas para resaltar de este fin de torneo. Es en Ruiz donde hay que poner todas las fichas. Demostró estas fechas que es un gran jugador y que, bien llevado, tiene mucho más para dar. Mercier y Kalinsky levantaron sensiblemente su juego. Hay que apuntalar el medio campo en ellos. Straqua es un delantero valioso que, ni bien el equipo empezó a jugar a atacar, pudo llegar al gol con frecuencia. La defensa es fuerte y aguerrida aunque puede carecer de técnica y a veces ser desordenada.
Sobre Pizzi podemos decir que llegó con perfil bajo y `promesa de trabajo, y se mantuvo en esa premisa. Acostumbrados a las actividades extracurriculares de Caruso en radio y televisión, festejo que el Ciclòn solo sea noticia por lo que pasa en la cancha. Así que el crédito con el nuevo técnico está abierto y ojalá hagan una buena pretemporada.
Mientras tanto, esperaremos al Pipi que se recupere y entre a la cancha con Ruiz al lado para la delicia de los cuervos. Veremos que pasa con Piatti… Tanto barullo para un jugador que cuando para una pelota se desgarra…
Pero todo esto será tema de año venidero. Ahora a descasar y festejar que el 2012 termina y de la mejor manera. Fue un año intenso y duro para los cuervos. La pasión y amor por el club quedó demostrada cada día. Y con esa fuerza pudimos alcanzar la calma, en medio de la tormenta que atravesamos este año.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO
