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19 diciembre 2012

El fin del Virreynato


19 diciembre 2012


19 DE DICIEMBRE DE 2020. Carlos Bianchi puso fin a su carrera como director técnico. Los malos resultados en su último paso por General Paz Juniors de Córdoba hicieron que quien fuera uno de los DT más exitosos de la pasada década tome esta drástica decisión. Pero… ¿Qué fue lo que pasó con el Virrey? ¿Qué lo llevó de ser uno de los DT más exitosos de la historia a este presente oscuro? Desde 1mtrA te vamos a contar qué fue de Bianchi en estos años donde la historia, las copas y los logros le dieron la espalda. 



Todo comenzó cuando, en medio de un clima de total algarabía, Carlos Bianchi asumía en Boca tras seis años de siesta. El Virrey puso manos a la obra y le dijo a

Angelici que como prioridad número uno debía volver Riquelme, sea como sea. Ante este reclamo, el Presidente se movió rápidamente para complacer al Virrey, levantó su teléfono y llamó a quien debía llamar para concretar el primer pedido de Bianchi. Costó, pero Toti Ciliberto aceptó y firmó contrato con Boca para animar los entretiempos haciendo el personaje del carismático paraguayo. 

Para colmo de males, uno de los nietos de Bianchi que intentaba actualizarle el celular al abuelo, le borró todos los contactos, entre ellos, el celular de Dios. Carlos intentó contactarse con la autoridad divina vía BlackBerry Messenger, Whats App, Mail y SMS, pero no hubo caso. El Barba nunca más respondería. Años después Jesús afirmó, en una entrevista con Fantino en Animales Sueltos: “Dios se ofendió porque Bianchi lo borró de sus contactos sin previo aviso. En el cielo tenemos códigos. No hay excusas”. 

Boca no encontró los resultados deseados: salió decimoséptimo en el Torneo Inicial “No es Hitler, es Macri” y en la Copa Libertadores llegó a Octavos de Final donde lo eliminó el San Pablo, con tiros, literalmente, desde el punto del penal. Los hinchas invadieron la cancha con armas y empezaron a dispararle a los jugadores xeneizes. Luego de este bochornoso episodio, la Conmebol decidió suspender el desarrollo de la Copa y declarar campeón a San Pablo. 

En el siguiente torneo, Boca apuntó todos los cañones al campeonato. Compró a Rodrigo Palacio, Walter Samuel, Fernando Gago y Carlos Tévez. Los xeneizes estaban repuntando, cuando por un compromiso comercial que el club de la Ribera mantenía con la Confederación Japonesa de Fútbol, el Virrey tuvo que meter en cancha a la joven promesa oriental Nikita Nipone. Nikita era el hijo del Presidente de Japón y no le gustaba jugar al fútbol, él quería ser diseñador de interiores y amaba el tenis de mesa. El hecho curioso era que la hinchada increpaba a Somoza y no al japonés. El problema era que la gente escuchaba en los relatos televisivos siempre la misma frase: "...la tiene Somoza, ahora Nikita Nipone, toca de nuevo para Somoza, otra vez Nikita Nipone...". No había mucho que pensar, un 5 que "ni quita, ni pone" jamás podía ser bien visto por los fanáticos. Fue por eso que, cansado de la confusión dialéctica, Leandro decidió dejar de pasársela al japonés para volver a la vieja costumbre de pasársela al rival. Boca perdió el campeonato faltando pocas fechas y la relación de los hinchas con Bianchi empezaba a resquebrajarse. 

La gota que rebalsó el vaso fue cuando en 2018, cansado de experimentos, Carlos decidió jugársela con el equipo campeón del 98. Fue traumático lograr reunir a todos los integrantes de aquel gran equipo luego de 20 años. Córdoba tuvo que suspender la gira de su grupo musical "El ballenato de Oscar" para volver a calzarse los guantes. Ibarra, pidió licencia en Formosa, donde ejercía el cargo de Gobernador, representando al Partido Obrero. Serna y Bermúdez cerraron la escuelita de fútbol "El arte de la patada" que habían inaugurado en Bogotá. Basualdo tuvo problemas para poder jugar, debido a que el ANSES quería dejar de pagarle la jubilación si el experimentado volante retomaba a la actividad. Riquelme, Guillermo y Palermo fueron los más fáciles de convencer, ya que debido a la gran amistad que existe entre los tres, se pusieron de acuerdo en diez minutos para pegar la vuelta. Al principio fue todo muy lindo, presentación, conferencia, entrevistas, fotos. Pero el evidente deterioro físico de los protagonistas provocó que Boca realizara la peor campaña de los últimos 50 años, terminando 18vo. Esto trajo aparejado el segundo retiro de los ídolos y el despido del Virrey. 

Por último, este año tomó las riendas del club cordobés que milita en el Torneo Argentino. Carlos estaba a punto de lograr el título cuando en la última fecha, Héctor Bracamonte, el optimista del Ascenso (como lo bautizó el DT) erró un penal decisivo y se quedaron sin campeonato. Luego del desafortunado episodio, Bianchi se dio cuenta que ya ni la suerte estaba de su lado y prefirió dar un paso al costado. 

Así termina la carrera de un grande, que supo estar en la cima del mundo, se mareó con el éxito y terminó mordiendo el polvo del fracaso. 

ADELANTADO DEL TIEMPO

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