El segundo tiempo fue la contracara del primero. El clima estaba enrarecido para mi gusto, como si los jugadores no hubiesen estado ahí, como si con el 1-0 consumado y jugando con uno más, se hubiesen puesto a pensar en el próximo partido.
Por el lado positivo, Martino hizo los cambios y la autocrítica necesaria. Esto lo deja a uno tranquilo porque sabés que durante la semana se va a trabajar en aquello en lo que se erró. También es cierto que el punto no es malo, más si se lo ve desde la óptica de que a cómo se jugó, se podría haber perdido tranquilamente.
Lo que tiene este equipo de Martino es que lo malo no es tan malo, o podría ser peor. Seguimos punteros e invictos y eso es lo más importante.
Que la próxima fecha nos encuentre despiertos, también para que no nos duerman y nos acerquemos un poquito más al sueño ñubelista de dar la vuelta de la mano del Tata y seguir en Primera.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO