NOVEDADES

27 noviembre 2012

CÓCTEL NEFASTO


27 noviembre 2012

¿Qué hacés?”, me pregunta mi primo “¿Qué tomás?”. “Valium”, le respondo. “Pero… ¡¡¡Todavía no empezó el partido!!!”. “Ya empezó”, le respondí. “Ganó Vélez y esto equivale a entrar perdiendo uno a cero”. (Mi primo supo ser un gran arquero, requerido por Atlanta, y en nuestros años mozos jugamos juntos).

El partido pintaba feo. Los pibes chocaban contra la áspera muralla xeneize. Todo amarillo. Poco azul, mucho amarillo: Tarjetas y titilantes advertencias. Claro penal al pibe Centurión, el árbitro se alejó silbando bajito. “¿Vas a tomarte otro Valium?”, me preguntó mi primo. “Pinta feo, el árbitro hace bromas con Schiavi”, agregó.

Córner para los amarillo-azulados. La marca se pierde, dentro de un enorme hueco en el área, el cabezazo bombeado flota por sobre la cabeza de un petrificado chino Saja. El momento es eterno. Gol. “Se acabó”, dije apagando el pucho. “¿Eh? ¡Pero recién empieza!”. “Sí, pero hay que hacer dos goles para que no nos alejemos de la punta”. “¿O me parece o Saja pudo haber intentado algo?”, le pregunto a mi primo (ex arquero). “Y… sí”, me responde“ Vaciló. Podría haber dado un paso atrás y pegado el salto”.

Después de gol, el equipo ya no jugaba, caminaba la cancha y se apreciaba abrumado. La victoria de Vélez y el gol tempranero nos habían destruido anímicamente. “Se turnan para pegarle al pibe Centurión”, dijo mi primo. El pibe se saca, Fariña se mete. Todo es amarillo. Se pierde la actitud. Todas las pelotas divididas son de ellos. Villar pifia. Segundo gol en claro offside. El delantero amarillo-azulado interfirió la visión del errático chino Saja. El referí se hizo el gil.

Ya está, ya fue”, dije “Me quedo porque debo comentar el partido”. “El árbitro jamás sacará una roja para los locales en la bombonera”. El árbitro siguió departiendo con los jugadores xeneizes. “Están más cerca del tercero que nosotros del primero”, dije. Estúpida infracción de Cahais. “Hm… qué mal armada está la barrera”, comentó mi primo “… y qué mal ubicado Saja”. Gol. Gol imbécil.

Perder en la bombonera es factible. De hecho, es el verdadero cementerio de los elefantes. Uno de los estadios más difíciles. Pero, con niveles tan bajos y tanto desánimo esto se torna inexorable. Saja responsable en los tres goles (casi tantos en un solo partido como en el resto del campeonato, a no olvidar los de De Olivera y Galanternik). Ortiz desconocido; pareció resentido de alguna vieja lesión. Cahais siempre perdió en todas las divididas. Corvalán, pésimo, como nos tenía acostumbrados. Villar, su peor partido en Racing. El pulpo impreciso y nervioso. Zucculini perdió la marca de Caruzzo y allí se definió el partido. Centurión había arrancado bien pero el penal no sancionado más el “ablande” de los defensores lo sacaron. 

No obstante, creó la jugada que concluyó en el tardío descuento de Hauche. Fariña, fastidioso e intrascendente. Quizá, lo único rescatable: Camoranesi. Y he aquí la diferencia: la actitud que otorga el oficio. Empero, lamentablemente, el campeón del mundo ya no tiene resto físico. Él cambió el rumbo del partido. Aclaró el panorama y puso un par de bochas increíbles. Lejos, el mejor. Junto con Vietto quien peleó todas y estrelló una en el travesaño.

Conclusión: Con tan malos ingredientes, cualquier receta fracasa. Si el súper chino tiene una tarde tan mala… ¿Qué puedo pretender de los demás? Harto difícil es encarar un partido sabiendo que aun la victoria no garantiza nada. Más difícil aún si no te cobran penales y van a turnarse para cagarte a patadas. Que lo amarillo será siempre amarillo y que lo dudoso vuelve a ser patrimonio de los contrarios (el segundo gol fue un clarísimo fuera de juego). Nefasto cóctel que nos deja fuera de la pelea y lanza “pifia” para el frustrado póker. “Ya sé que te bajaste un par de pastillas pero… ¿nos tomamos unas birras?” “Vale”. Nefasto cóctel. Depre.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO
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