NOVEDADES

06 noviembre 2012

LA ACADÉ


06 noviembre 2012


PELIGRO, DERRUMBE
Si había algo que no le gustaba a Mostaza Merlo era que cometieran infracciones estúpidas cerca del área. Se ponía como loco e insultaba a quienes las perpetraban. Y así, un poco de carambola, bastante por insistir y mucho por errores conceptuales, empatamos un partido que nos acercaba a tres de NOB. Y los dados del juego del rol cantaron “pifia”.

El planteo inicial me entusiasmó, incluidos los cambios que venían decantándose desde hace tiempo, es por este motivo que me puse como loco cuando ingresó Corvalán ¿Para qué carajo lo puso? Mi expresión literalmente fue: “¡Cagamos!”. Puedo comprender (pero no justificar) que la intención sea colgarse del travesaño
los últimos minutos; pero nunca insistiendo con un jugador que hace todo, absolutamente todo, mal. Otro cambio incomprensible fue el de Aued ¿Para qué sacó al pibe Centurión? Lo prefiero exhausto y en una pierna antes que a Aued. Con lo cual, llego a la conclusión que gran parte de la culpa estuvo en el banco. Así, con estos absurdos cambios a poco de concluir el encuentro, la alegría inicial se convirtió en fastidio. Si se reemplazan jugadores que están por debajo del nivel no debe pretenderse resarcirlos cuando el encuentro está “saldado”. Me siento bastante decepcionado y me suena a más de lo mismo. Zubeldía comenzó a escribir una historia que, luego, borró con el codo.

¿De qué jugó Villar? ¿De cuatro u ocho? No es marcador de punta y seguimos con el gran déficit de los laterales. Esto desgasta al mentado Villar y al pibe Centurión. Tampoco tuvimos un nueve; o sea, un referente de área. Dentro de un sano contexto de tratar de no exprimir corchos, el gol de Zucculini debió haber sido de Sand.

Este empate-derrota contra un devastado felino no tiene el dejo agridulce del encuentro con NOB, sino el archiconocido sabor amargo de arriar las banderas antes del ocaso. Y lo peor de todo es que imagino al señor Grondona muriendo de risa y diciendo: “¡Ahora quéjense de los árbitros!”.  Señores, nunca vi tanta condescendencia a favor de nuestra querida academia. Quizá en épocas del general.

Destaco: Al chino Saja, Ortiz y los pibes. Aceptables: Migliónico y Camoranesi. Ahora bien, el pulpo sigue en un nivel bajísimo y aún más a contrapierna, como hoy (se nota la ausencia de Yacob). Sand no cuaja con este equipo de ligeritos y creo que, a esta altura, es preferible probar con Hauche.

Para concluir: insisto, la idea del principio no estuvo mal; pero Villar y Centurión se desgastan cumpliendo una doble función y no tenemos centro delantero. Estoy absolutamente convencido de que los cambios terminaron de inclinar la balanza. El cartel rezaba “Peligro, derrumbe” y Lucho soltó a dos diplodocus en el desfiladero. 

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO

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