
Pasaron las
fechas quince y dieciséis.
Vamos por partes, como diría el diseccionador.
Recibimos a san Lorenzo de almagro/bajoflores/boedo. Partido triste como
las realidades de cada equipo, que terminó en un empate, mentiroso un poco
desde lo conceptual y que supo a poco cuanto terminaba el martes de esta movida
semana. Y desde ese punto de partida, a preparar la excursión acuática.
No sólo nosotros la preparamos, quedo
demostrado que nosotros nos preparamos desde la tribuna para recibir al primer
equipo de UNION de los desmilagros, y la pinguinera también. De otra manera no
se explica el esfuerzo que hicieron comprando sabanas, dibujando letras de
abecedario y ahí se terminó. Se los escucho poquito, poquito. Después la fiesta
en las tribunas se presentaba toda rojiblanca, digo se presentaba porque
algunos inadaptados sin vergüenzas se ocuparon de intranquilizar a los
verdaderos hinchas.
La excursión arranco de manera interesante,
hasta que a Lugo se le ocurrió meter la patita. Dos menos en la cancha y la
pecera empezó a empinarse. (Digo dos, porque Pumpido no estaba tampoco).
Perafán se ganó el arco, jugando con el
corazón, y terminamos el primer tiempo con una Pepa en contra, que según se
dijo se espero por veinte años.
Las pocas esperanzas de remontada (dije y
afirmo que este UNION es el de los desmilagros) se hicieron añicos después de
una arbitraria interpretación de la ley del offside por parte del juez de
línea. Los primos hicieron su negocio, los inadaptados de desbancaron y el árbitro
no dejo que se pare el partido, para mí de manera correcta.
Salvando los inconvenientes, se vio claramente
que hinchada alentó sin parar y cual se quedo como la estatua desaparecida.
Terminado el partido y con mucha tristeza lo de
siempre… las cargadas y demás. Más
bronca por los incidentes que por el resultado, pucha digo. Ahora a levantar la
mirada y a seguir adelante, es lo que me toca como hincha. ¿Si duele? Claro,
pero no hay que dramatizar. Las sensaciones se quedan en la cancha, el mundo se
detiene esos 90 y pico de minutos y después, de apoco uno recupera la cordura.
¿O no?
Todo a raíz de un partido de futbol. El cual
era importante para UNION, pero parece que era más importante para la
¿Hinchada? rival, que debería rever la posibilidad de cambiar su nombre a ANTI_
U.
Quedan tres fechas, que pasen lo más rápido
posible. Los verdaderos hinchas seguiremos alentando, no somos hinchas de
resultados, y se nota que Dios está forjando de una manera aviesa el temple al
pueblo Tatengue. Espero que el propósito
valga la pena. Cinco puntos sobre cuarenta y ocho me cacho en diez. Derrota en el
clásico y… bueno, una alegría no se le niega a nadie.
Pd: necesito alguien que me emparche un poco, y
que limpie mi cabeza (sui generis dixit)
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TATENGUE