ES EL CAMINO
Es difícil obtener objetivos importantes teniendo cuenta el entorno social en el cual vivimos, donde la impaciencia y la pasión están a la luz del día. Cuando se trabaja para conseguir ciertas metas, hay momentos en los cuales uno se siente impaciente y las cosas tardan más de lo que uno se imagina. Pero cuando uno se siente intranquilo debe recordar que: “Si vas en la dirección correcta, todo lo que debes hacer es continuar”. Y nuestro querido Olimpo, va por la dirección correcta.
Después de esta “introducción” tan rebuscada como los programas de Guido Kaczka, se viene la posta del partido. Olimpo no fue el mismo de siempre, sobretodo en el primer tiempo, donde nos costó neutralizar el buen juego que propuso el “Decano”, por un lado con la categoría de Barrado y por otro con la movilidad y el peligro, que sabíamos, podía ocasionarnos la “pulguita” Rodríguez. Es verdad que defensivamente el equipo mostró la solidez que lo caracteriza, Villavicencio no jugó su mejor partido, pero no se puede culparlo por nada. Está siempre que lo necesitamos y contra Banfield había jugado un partidazo. Pero el gol del conjunto local tuvo que llegar por un remate de larga distancia que se desvió en Furios y dejó sin posibilidades a Champagne. Seguramente, si entraba esa que le quedó a Benitez para empatar el partido, la historia hubiera sido diferente. Pero no fue…
“Probé con tres delanteros, con un enganche, con dos por afuera… Todas las variantes ofensivas las utilicé”, fue el análisis de Walter Perazzo a ese segundo tiempo donde al Aurinegro también le costó generar situaciones de gol. Olimpo fue más amor propio que otra cosa. Intentó siempre pero no supo llegar con claridad al arco rival. Ni los ingresos de Soto Torres y Sánchez Sotelo pudieron cambiar el rumbo, y en su afán de ir a buscar el partido a todo o nada Méndez clavó un golazo de mitad de cancha para liquidar el pleito.
Olimpo no jugó como lo venia haciendo, no ligó y se vuelve a Bahía sabiendo que el sábado tiene revancha. Una derrota nunca es buena, pero después de seis triunfos consecutivos, perder de visitante contra uno de los equipos que aspira a pelear arriba no es tan grave.
¿Algo para reprochar? Nada. El esfuerzo se nota y el trabajo también. Al cuerpo técnico se lo ve comprometido y los muchachos tiran todos para el mismo lado. Hay que estar preparados para recibir estos cachetazos en un torneo tan largo.
Por ahí dirán que suena repetido, pero a éste Adelantado Aurinegro siempre lo caracterizó la paciencia y la humildad, y eso, es algo que no debemos perder nunca. El sábado que viene esperamos a Patronato, para buscar los tres puntos que perdimos en Tucumán, para defender el liderazgo y para seguir alimentado esa ilusión que todos perseguimos. Desde acá, como siempre, estaremos alentando a nuestro querido Aurinegro. ¡¡¡Vamos Olimpo carajo!!!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO AURINEGRO
