BUSCANDO LA IDEA
Si bien frente a Uruguay fue uno de los mejores partidos de la era comandada por Alejandro Sabella, el desarrollo de las acciones no parecer incluir una identidad sustentable a lo largo del tiempo.
Quiero decir, no se evidencia un funcionamiento aceitado que pueda prescindir de destacadas actuaciones de jugadores puntuales. Para ser más gráfico, Argentina pareció un equipo con todas las letras (como España, por ejemplo) en la jugada del segundo gol (el del Kun Agüero), primordialmente por las asociaciones que se apreciaron antes de convertir.
El nítido espejo de la carencia que describo fue el primer tiempo. Dejando de lado intervenciones fugaces de Fernando Gago, ningún jugador agarraba la pelota con la cabeza levantada y buscaba al compañero mejor ubicado. El ataque nacional se caracterizaba por las veloces y hábiles incursiones de Di María, Messi y Agüero que chocaron incesantemente contra la defensa oriental.
Del aspecto defensivo no se puede analizar demasiado porque está claro que el conjunto del Maestro Tabárez tuvo una floja noche (en parte responsabilidad del combinado de Sabella) y atacó en ínfimas ocasiones.
El tiempo pasa y nuestro entrenador no logra plasmar un conjunto que no dependa exclusivamente de los destellos de calidad de Messi. Y, a decir verdad, parece complicado lograrlo a sabiendas que se utiliza una táctica de local (4-3-3) y otra de visitante (4-4-2 ó 5-3-2).
Los jugadores están, esperemos que no sean desaprovechados.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MENOTISTA