UN RAPIDITO Y UNA SONRISA
“Maxi vino a robar” fue una frase que se atragantó en más de un leproso que ya dudaba de la capacidad del 11 que dejó el fútbol inglés para volver a su primer amor. Es cierto que la Fiera no venía bien, pero la ley del fulbo dice que cuando estos tipos vienen de capa caída, son los partidos chivos donde van a aparecer. Y Maxi no se hizo esperar (más) y en lo que Bolt tarda en correr 200 y pico de metros largos, puso el score final. 1 a 0 a Velesh y a otra cosa. Punta, sudor y aliento.
El partido tuvo un libreto diferente a lo que veníamos acostumbrados. No sólo por el gol tempranero sino por el rival. No hubo un dominador claro pero si dos grandes equipos que se pasaron el mando y la autoridad de a ratos. Porque Vélez demostró que es un gran equipo y tiene jugadores jóvenes en todas las líneas, mezclados con viejos zorros como Cubero, Ortíz y hasta el propio Emiliano Potato por izquierda, que fue el descanso del Coloso. Si hay algo para destacarle al equipo de Gareca es que juega y va a buscar al rival, probando a Niubel por los cuatro costados.
La Lepra viene estable. Hay cosas que se repiten, como las amarillas a Pablo Peréz o los sustos de Guzmán. Pero compensa la clase for export de Heinze que maneja el fondo y el talento de Scocco que no mojó pero sirvió en bandeja.
No fueron sólo tres puntos de oro. Además cacheteamos a un rival directo y ahora vine Ra-sin Clú, de rachas pasajeras y público sufrido. Y, selección mediante, irá al frente el equipo del Tata volteando muñecos para escapar de abajo e ilusionarse con lo que no estaba en los planes. Como diría un viejo colega: Fútbol, dinámica de lo impensado.
Noti-ascenso: No hay caso. Por más que bajes de categoría y busques otros rivales, la Lepra siempre te co...mplica. Esta vez fue la Lepra mendocina de Rivadavia de Mendoza. Los colores cambian, el miedo no.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO
