NOVEDADES

30 octubre 2012

LA ACADÉ


30 octubre 2012


NUNCA ES TRISTE LA VERDAD
Dijo Serrat y “La única verdad es la realidad”, Aristóteles (luego Perón). A lo cual podría agregarse: “Todo es según el cristal con que se mire”. Pues harto espinoso es comentar sin hacer catarsis ni drenar por la herida cuando lo sensible afecta al hecho. Tan difícil como evitar ilusionarse y ser seducido o amargarse. Ergo, ardua tarea discernir cuan mal jugó la academia o cuanto mérito tuvo este consolidado team de Gareca para desnudar nuestras falencias. No obstante, mucho me temo que fue un coctel nefasto: Jugamos pésimo contra un equipo articulado desde hace tiempo y que tiene muy claro dónde apuntar los cañones, ad hoc. Veníamos lanzados, con fuerte impulso, a cierta altura,
arañando la cima y este freno que clavó el equipo de Liniers nos reventó la trompa contra el parabrisas. Por esto, y por algo que ya mismo comentaré, tanto me conmovió esta derrota.  

Perdimos contra un rival directo en la pelea por el título y NOB ganó (sí, ese NOB al cual debimos derrotar y nos dejó ese gustillo agridulce). Y sumado al problema del tiempo que distingue lo verde de lo maduro, nuestra academia padeció de bajísimos rendimientos individuales, incluidos Pelletieri y un ajeno Saja. No comparto los indulgentes puntajes de la mayoría de los medios periodísticos. Para mi humilde entendimiento, muy pocos aprobaron. 

Y si, sistemáticamente, la pelota se regala al rival se torna imposible sacar ventajas en el fútbol. Aclaro, no me refiero a ceder terreno para jugar de contra (como venía planteándose), sino entregársela al rival después de morder docenas de talones sin respiro. Racing careció de la certeza de otros encuentros; sólo hubo esporádicos arrestos individuales dentro de una alarmante vacilación en el esquema hasta aquí expuesto. Cuasi anárquico, el equipo lució partido, sin jugar de contragolpe ni con la capacidad de arriar al rival. Precisamente, uno de los capitales errores fue que Corvalán quedara, como en anteriores encuentros, a medio camino (no marcó ni culminó ninguna de sus proyecciones). Y contra curtidos laterales como Papa o Cubero, esto implica perder sin contemplaciones. Demasiado agotados por la doble tarea, Villar y Centurión jamás pueden crear jugadas claras pues siempre se ven obligados a apuntalar a los laterales, ¡cuando la ecuación debería ser puntualmente al revés! No dramatizo si certifico que podría haber terminado en catástrofe (Pezotta ignoró un claro penal de Cahais y otro dudoso que, en viejas épocas, los árbitros no pasaban por alto).   

Sin espacios, Vietto y Centurión no destellan y sin asistencias ningún nueve consigue convertir (ni Cámpora ni el Toti Iglesias). Centurión está para otra cosa y se desgasta demasiado quemándose la cabeza por los huecos en los laterales. Con un Arano y un ramplón Vitali, por ejemplo, este Racing tendría todos sus problemas resueltos. Sin lugar a dudas, he aquí el meollo de la cuestión ¡Hace milenios que vengo diciéndolo!   

Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”, dijo el poeta. Sin embargo, prefiero quedarme con el trillado refrán: “Un tropezón no es caída”. Pues bien, a este Racing actual, sin complejo de equipo grande, jugar de contragolpe le sienta bien. Si asfixiamos a los ligeritos con los dos mojones que tenemos por laterales y el espacio lo dejamos atrás… estamos en el horno. Contra Vélez, olvidamos el libreto en Avellaneda e intentamos vestirnos con un traje que no nos sienta bien. A sacudirse el polvo y levantarnos en busca de la victoria en Victoria. Apoyo y defiendo este proyecto de Zubeldía; aún restan veintiún puntos en juego y el vendaval ya pasó. 

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO
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