PARA APROVECHAR
Increíblemente, y de una vez por todas, una buena decisión se ha tomado en el siempre improvisado y desorganizado fútbol argentino: el partido entre Independiente y Tigre fue suspendido.
En esta oportunidad, la prudencia y el criterio predominaron en la Asociación del Fútbol Argentino y en el árbitro Fernando Rapallini puntualmente.
No sólo fue lógica la postergación del encuentro por las graves inundaciones que afectaron a buena parte de
Capital Federal y el Conurbano y el imperfecto estado del campo de juego, sino también porque tanto el Rojo como el Matador son los únicos representantes nacionales en la Copa Sudamericana.
Resultó verdaderamente conveniente para los conducidos por Américo Gallego ya que, en el marco de una notoria levantada psicológica y futbolística, esta suspensión sirve para descansar luego del viaje a Uruguay y asentar ideas y conceptos sobre lo que el equipo viene mostrando y debe mejorar.
Es verdad que quizás este enfrentamiento con Tigre pueda complicar en un futuro teniendo en cuenta el agitado calendario rojo, pero por otro lado, como marcaba, a estas alturas y recién salidos de una fuerte crisis plagada de derrotas, este descanso puede ser clave y la molestia futura puede ser abordada con mayor confianza, trabajo y solidez.
Más teniendo en cuenta que dentro de algunas semanas, Independiente puede quedar eliminado de la Sudamericana (esperemos que no suceda, pero convengamos que tampoco podríamos verlo con malos ojos) y las exigencias bajarían considerablemente.
Tiempo para aprovechar, tiempo para madurar, tiempo para seguir creciendo.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO ROJO.
