EMPATE: RIVER NO FESTEJÓ
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Al igual que con Newell´s, un penal infantil para no decir pelotudo nos complica la existencia y un equipo que es mucho menos en el juego (y fuera de la cancha) te hace perder puntos injustamente. Pero en la mediocridad de este fútbol argentino, un equipo que se hace llamar grande, lógicamente festejó un empate como un campeonato.
Tengo en la mente la imagen de Bottinelli, llevándose las manos hacia la sien y diciendo, tranquilos, pensemos…
y yo pienso y digo, ¡que Inútiles! Inútil Bottinelli al caerse marcando en el empate. Inútil Pires en la patada del penal. Inútil Sánchez por estar de wing derecho faltando un minuto y nunca volver a posición. Inútil todos por quedar marcando uno contra uno (3 contra 3) faltando nada. Inútil Almeyda por no saber cerrar un partido por enésima vez.
El primer tiempo River fue más. Mucho más. El otro equipo no la tocó. River jugó por abajo, mojó rápido de la mano de Ponzio que sigue siendo de lo mejor. Pudo recuperarse bien a dos lesiones durísimas en los primeros 13 minutos de juego. Las roturas de ligamentos de Aguirre y Ramiro Funes Mori. Dos bajas muy sensibles a futuro inmediato.
El segundo tiempo River tiró todo al tacho. Y jugó como lo venía haciendo. Pelotazos. Pelotazos. Y más pelotazos. A rebolearla. A reventarla. Allá lejos. Bien lejos. Para que corra Mora y lo baile al matungo narigón. Mora fue el mejor. Las corrió y las peleó todas. El cambio no era por Mora. Error del Almeyda. El cambio cantado era Funes Mori (o por el Keko, para los que odian a Rogelio) por Trezeguet. Pero el error más grave fue que el cambio debió haber sido a los 20 del segundo tiempo. Ellos sin llegar al arco nos empatan. El trabajo de Almeyda sigue sin hacerse notar.
Otra vez el sistema de canje hecho nada más que para que puedan seguir robando cada vez más entradas dejó afuera a mucha gente. El socio de River que lleva su cuota al día, pagando mes a mes, volvió a ser ninguneado, manoseado y maltratado por esta dirigencia inoperante que solo suma fracasos a sus espaldas. A la vista está, siempre cancha saturada y siempre gente que queda afuera. Cuando le suspenden el estadio a River, lo hacen fuera de temporada. Sucios negocios entre Passarella, la seguridad, la policía y el Gobierno. Por si fuera poco, ninguno hace su trabajo medianamente como debe ser. Ladrones e ineficaces; una combinación que nos lleva a la ruina.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO
