¿CONFORME?
Abrimos la fecha con la posibilidad de escalar a la punta del certamen, y con la ilusión del pueblo Pirata ya no destinada a la permanencia sino a mandar en el torneo y ser protagonista, y como quien no quiere la cosa, candidatearnos al título.
Como es costumbre, Belgrano propuso un partido trabado y feo, que hasta ya deja de ser novedad redactarlo.
Uno se ilusionaba que la garra y entrega característica del equipo sea encauzada en buscar los 3 puntos y así mirar a todos desde arriba. Se pretendía por lo menos "que salgan a ganar", que "quieran salir campeón", "que vaya al frente", o alguna otra estrofa del repertorio cántico de los celestes. El hincha quería ver a los suyos pelear por algo más que el triunfo: eso que se llama "campeonato" y que Belgrano todavía no sabe de ello.
Lamentablemente estimado/a compañero/a, eso no ocurrió.
Se sale a todas las canchas y contra todos los equipos a jugar del mismo modo. No importa si sea Córdoba o cualquier ciudad del país, el celeste les juega a todos, sea puntero o esté descendiendo, de la misma manera,: con miedo.
Duele, molesta y seguro va a haber muchos que no piensen igual, pero analicen y traten de ver si no es cierto.
Anoche enfrentamos a Quilmes, que no era nada fácil, que juega bien y en equipo, que tienen nombres importantes y todos los datos claves que se dicen de todos los contrincantes próximos a enfrentar. Pero por favor!!! era Quilmes, no el Milán!!! Ese equipo que se cagó siempre, que se le frunció en las promociones, ese que como las amistades se lo dicen: es un pecho frío. Y Belgrano que muy "vivo" no fue, salió a esperar y respetar demasiado a un "cervecero" triste, pobre, reducido y con mucho menos presente que el pirata.
Mango aparte para el golazo de Farré. Zapatazo impresionante de muy lejos y con mucha violencia que se le cuelga al arquero. El mismo podría haber caído en cerca de su casa, pero para el pirata que anda de racha, terminó dentro del arco. Momento clave, porque significó el empate casi instantáneo, y el celeste con hombres de ataque podía ir a buscar el triunfo. Pero otra vez el miedo invadió al entrenador, que conseguido el gol, re-armó al equipo para cuidar el punto.
Yo no dudo de los jugadores que fecha tras fecha dejan todo en la cancha. La crítica es dirigida a este exitoso entrenador, que no sabe leer los partidos. No sabe diferenciar cuales son los ganables o cuando un partido se convierte en ganable. Él por las dudas, sale a la cancha a cuidar el cero en la valla, a especular en los errores del rival, y a sacrificar jugadores en la marca. Los resultados conseguidos, la posición en la tabla y la gente enceguecida con ellos, son un respaldo importante. Y la suerte, obvio, es un pilar clave en este presente pirata.
No hay que preocuparnos, el único que tiene miedo de descender es el ruso. Pero es entendible, él sabe que no jugamos bien y que cuando la racha se acabe se puede volver complicado. Si no díganme:
¿Que diferencias encuentran en como jugó el equipo cuando ganó, cuando empató o el partido que perdió?
Estamos cerca gente y no nos hemos bajado de la lucha, pero tampoco hemos sido protagonista en el juego, y no hay campeón que no lo sea.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO PIRATA
