¿Y EL EQUIPO?
Una vez más me encuentro en este innovador espacio de Un Metro Adelantado para acentuar y remarcar una grave carencia que sufre la Selección Argentina: el equipo.
Da la sensación que, en lo que va del proceso encabezado por Alejandro Sabella, las individualidades son mucho más, y totales protagonistas, en detrimento de una clara y nítida identidad general, una sólida idea de juego, que aún no aparece.
No aparece por una simple razón: este tipo de entrenadores, de la escuela pincharrata (tema del que me ocuparé más tarde), arman el once inicial con una
dependencia muy grande del rival, cuestión realmente inaceptable para un seleccionado que posee grandes aspiraciones.
Entonces, debido a esas modificaciones permanentes, incluyendo sistemas tácticos y nombres, cuesta mucho lograr una visible idea de juego. Cada partido es un volver a empezar.
Lógicamente, a pesar de esa trascendental carencia, Argentina gana por actos individuales, por situaciones puntuales, por genialidades particulares tales como las de Ángel Di María, Lionel Messi y Gonzalo Higuaín (tras un error de la defensa paraguaya).
Volviendo a la escuela pincharrata, es increíble cómo estos supuestos "estudiosos" del fútbol se complican solos y arman rompecabezas inexplicables dentro del campo.
En lugar de ese extraño doble cinco Gago - Braña, con Di María por izquierda como medio extremo (con obligación de retroceder) y Lavezzi en el otro extremo con Messi flotando, ¿por qué no hacerlo más sencillo y poner un 5 en soledad (Gago), un 8 clásico (Maxi Rodríguez), un volante por izquierda (Di María) y un volante creativo más adelante? ¡No! Estos tipos creen que la táctica está por sobre todo.
Párrafo aparte para las polémicas convocatorias de los amigos de Sabella: Desábato, Clemente, Sosa, Braña y Enzo Pérez.
Argentina ganó, es verdad. Pero, ¿el equipo?...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MENOTISTA
