¿SALVADOR?
Hace dos semanas se respiraba un ambiente de verdadero malestar, el equipo se mostraba apático, carente de ideas y todo era nerviosismo alrededor del Club Atlético Independiente. Salvo un puñado de hinchas que bancábamos el proyecto encabezado por Cristian Díaz, todos veían en Américo Gallego un indiscutible salvador.
Sin bien no pasó demasiado tiempo y es prematuro para llegar a conclusiones determinantes, hasta ahora el Tolo no pudo modificar absolutamente nada. No sólo desde el punto de vista numérico (de 6 puntos en juego obtuvo 1) sino en lo más representativo, en aquello en lo que uno puede confiar a largo plazo: el nivel de juego.
Obviamente no seguiré defendiendo al saliente Díaz porque reconozco que estaba desgastado y tanta presión "necesitaba" una cabeza. Pero francamente también debo aclarar que creía que Gallego podía ser una bocanada de aire fresco, más teniendo en cuenta su carácter motivador. Resumidamente pensé que iba a pegar tres gritos en el vestuario, iba a hacer hincapié en el aspecto psicológico y, sabiendo que es un "ganador", se iban a evidenciar cambios rápidamente, al menos en el rendimiento. No señores, nada de esto sucedió.
Como marqué en el final del torneo anterior, nuestro modelo a seguir debería ser el Tigre del Clausura 2012. Y no me vengan con la soberbia de cómo vamos a compararnos con el Matador o que el Rojo siempre debe pelear campeonatos, porque gracias a esa altanería barata estamos en esta angustiante posición y si no reconocemos con hombría que tenemos que luchar por no descender (primero que nadie el propio Tolo, que "lo tienen cansado" con esa palabra) jamás saldremos.
Con copiar a Tigre quiero decir, reconociendo perfectamente que nuestra tabla es la de abajo (aunque se llegue a ser líder) pero sin olvidarnos de la historia y nuestro estilo de juego. O sea, pelear por la permanencia con protagonismo, personalidad, jugando buen fútbol y atacando en todas las canchas.
Se necesita agallas, paciencia, reconocer dónde estamos y mucha calma para poder llevarlo a cabo. ¿Podrá Gallego? Esperemos...
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO
