ILUSIONA
Clima veraniego en la República, el celeste de barrio Alberdi visitaba al equipo con menos hinchas de primera división, pero tal vez, el más poderoso por la banca dirigencial a manos del "dueño" de la AFA. Diezmado por las expulsiones de sus centrales y con la moral por el piso luego de los 4 vinitos que se tomaron en San Juan, Arsenal se prestaba a revertir la situación y a defender su imagen de último campeón. Por nuestra parte (la importante, obvio) veníamos de una épica victoria, moral "viento en popa" y a jugar un partido
Si nos ponemos a buscar las claves que nos permitieron alzarnos con los 3 puntos, difícilmente exista una lógica entre ellas.
¿Control del balón? Nunca es nuestro, ni este partido fue la excepción.
¿Situaciones de gol? Hasta el de Pittinari, ni peligro había generado el pirata; en el segundo tiempo, hubo 2 o 3 clarísimas con el local jugado en ataque.
Está sí, ¿Defensa sólida? Para nada. Sobretodo en el primer tiempo, Belgrano marcó muy mal. Muchas faltas cerca del área, y en el juego aéreo, ellos siempre cabecearon con relativa comodidad. Sumado a que Olave, tuvo dos intervenciones dignas de selección local (si va el pecho frío de Buffarini, a Juan Carlos debieran darle la cinta de capitán inclusive).
Que no se entienda mal, Arsenal tampoco hizo un gran partido. Si bien nosotros jugamos feo, logramos siempre hacer jugar mal al otro, y eso sí es mérito del pirata. Llevamos al fútbol a un campo de batalla, a que sea una guerra entre los de celeste, contra el que venga. Este Belgrano tiene un claro espíritu combativo, se jacta de ello y lo propone en el juego. Invitando o no, lleva a su rival al lugar donde más cómodo se siente el pirata, y a base de sacrificio, entrega incondicional, amor por la camiseta y compromiso con la causa del equipo, la mayor de las veces logra imponerse y lograr sus objetivos. Es cierto, no siempre el fin es ganar, sino sumar, y ello implica a veces salir a empatar partidos, pero es esta una crítica que hoy, no viene al caso.
Simplificando lo anterior, Belgrano hace el juego que más le conviene, lleva el partido al ámbito del huevo sabiendo que es rey en su tierra.
Vamos a seguir escuchando que el objetivo es consolidar la permanencia en la categoría. El discurso humilde y austero, tanto de jugadores como cuerpo técnico, no va a ser referido a la posible entrada a alguna copa ni mucho menos a campeonar. Esto puede llegar a molestar a más de uno, porque entiende la grandeza de la hinchada, el orden defensivo y este mote de EQUIPO con huevos, y sienta así que Belgrano puede aspirar a cosas más importantes.
Ahora, ¿Ellos entienden al hincha?
¿Percibirán que los vemos ser un plantel cada vez más comprometido, cada vez más unido, cada vez más equipo?
¿Sabrán que nuestra ilusión crece, cuando vemos los pibes de las inferiores definir a lo Messi como Pittinari, o correr a los Shevchenko como Melano?
¿Que pensarán cuando vemos que en el banco, está el Picante Pereyra cada vez más entero para pelearle el puesto a cualquiera?
¿Y cuando vemos sacrificio y entereza física los 98 minutos aproximadamente que dura un partido, no querrán ellos también festejar un campeonato?
Hoy en Argentina no hay equipo al que no se le pueda ganar y los imbatibles hace rato ya que dejaron de existir.
Por eso estimados/as piratas, esta semana déjense llevar por esas sensaciones fuertes que el hincha tiene. Anímense a soñar, y visualizar a un Belgrano triunfante, a un Belgrano viajando por Sudamérica y por que no, a un Belgrano campeón.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO PIRATA
Vamos a seguir escuchando que el objetivo es consolidar la permanencia en la categoría. El discurso humilde y austero, tanto de jugadores como cuerpo técnico, no va a ser referido a la posible entrada a alguna copa ni mucho menos a campeonar. Esto puede llegar a molestar a más de uno, porque entiende la grandeza de la hinchada, el orden defensivo y este mote de EQUIPO con huevos, y sienta así que Belgrano puede aspirar a cosas más importantes.
Ahora, ¿Ellos entienden al hincha?
¿Percibirán que los vemos ser un plantel cada vez más comprometido, cada vez más unido, cada vez más equipo?
¿Sabrán que nuestra ilusión crece, cuando vemos los pibes de las inferiores definir a lo Messi como Pittinari, o correr a los Shevchenko como Melano?
¿Que pensarán cuando vemos que en el banco, está el Picante Pereyra cada vez más entero para pelearle el puesto a cualquiera?
¿Y cuando vemos sacrificio y entereza física los 98 minutos aproximadamente que dura un partido, no querrán ellos también festejar un campeonato?
Hoy en Argentina no hay equipo al que no se le pueda ganar y los imbatibles hace rato ya que dejaron de existir.
Por eso estimados/as piratas, esta semana déjense llevar por esas sensaciones fuertes que el hincha tiene. Anímense a soñar, y visualizar a un Belgrano triunfante, a un Belgrano viajando por Sudamérica y por que no, a un Belgrano campeón.
Por lo menos así lo siento yo
ADELANTADO PIRATA
