Y sí. Lo de Lanús fue un baile de esos que en los que se hacen precio, esos que decís “con un 9 le hacíamos cinco”, pero lamentablemente no lo tenemos y hubo que conformarse con sólo hacerles dos. Hacía mucho tiempo que no se veía un Lanús tan apabullante y dominante. Moviendo al rival de lado a lado, ganando la segunda jugada siempre y lastimando cada vez que se encontraba el hueco.
El primer tiempo no fue bueno por parte de ninguno de los dos. El pelotazo que se come Pereyra, uno de los mejores de Lanús en el torneo, dio lugar al ingreso de Diego. Sí. el ídolo, ese que en las difíciles siente la camiseta como nosotros, ese que fue y es resistido por alguno, pero quien les escribe lo banca hasta la muerte.
Entró bien, como yo lo esperaba, y en un bombazo de Ayala la pelota salió con un terrible efecto y Ustari, molestado por Diego, no pudo contener y Regueiro la mandó al arco. De ahí en más fue todo de Lanús menos el árbitro. No suelo hablar de los árbitros pero aprovechando la victoria para demostrar que no me excuso, voy a decir que fue asqueroso y vergonzoso los del hombre de negro: era roja para Silva, Albín debió ser expulsado por reiteradas faltas, dos penales increíbles en la misma jugada que no cobró, la expulsión de Regueiro viene de una falta anterior que no existió y todas las divididas fueron para el rival. Pero mas allá del paupérrimo arbitraje, Lanús supo sobreponerse y seguir ridiculizando a un Boca que se parecía a Julio César Chávez Jr. en el round 10 contra Maravilla.
El medio con Fritzler y Ayala roba todo lo que le pasa cerca y juegan la pelota con la calidad de los que saben. Los laterales hicieron un partido impecable. Valeri, magia para poner el segundo. Regueiro, como siempre, punzante. La perla negra del equipo, como siempre, fue Castillejos. Corre al revés, tropieza solo, no gana de arriba, mano a mano es más lento que mi abuela en chancletas, en fin...impresentable.
Ayer ocurrió algo curioso, cuando promediaba el segundo tiempo y Lanús se ponía dos a cero. La “hinchada” visitante comenzó a bajar los trapos y a retirarse del estadio. Muchos dicen que por la interna ¿pero la platea qué tiene que ver con la interna? Yo digo que abandonaron por el hermoso baile que le estábamos pegando. Y bueno, ahora entiendo porque los que se fueron abandonaron. Si en su club principal abandonan, cómo no lo van hacer con su segundo club. Siga siga el baile al compás de Valeri.
P-D.: ¡¡¡El que no salta, abandonó!!!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GRANATE
El primer tiempo no fue bueno por parte de ninguno de los dos. El pelotazo que se come Pereyra, uno de los mejores de Lanús en el torneo, dio lugar al ingreso de Diego. Sí. el ídolo, ese que en las difíciles siente la camiseta como nosotros, ese que fue y es resistido por alguno, pero quien les escribe lo banca hasta la muerte.
Entró bien, como yo lo esperaba, y en un bombazo de Ayala la pelota salió con un terrible efecto y Ustari, molestado por Diego, no pudo contener y Regueiro la mandó al arco. De ahí en más fue todo de Lanús menos el árbitro. No suelo hablar de los árbitros pero aprovechando la victoria para demostrar que no me excuso, voy a decir que fue asqueroso y vergonzoso los del hombre de negro: era roja para Silva, Albín debió ser expulsado por reiteradas faltas, dos penales increíbles en la misma jugada que no cobró, la expulsión de Regueiro viene de una falta anterior que no existió y todas las divididas fueron para el rival. Pero mas allá del paupérrimo arbitraje, Lanús supo sobreponerse y seguir ridiculizando a un Boca que se parecía a Julio César Chávez Jr. en el round 10 contra Maravilla.
El medio con Fritzler y Ayala roba todo lo que le pasa cerca y juegan la pelota con la calidad de los que saben. Los laterales hicieron un partido impecable. Valeri, magia para poner el segundo. Regueiro, como siempre, punzante. La perla negra del equipo, como siempre, fue Castillejos. Corre al revés, tropieza solo, no gana de arriba, mano a mano es más lento que mi abuela en chancletas, en fin...impresentable.
Ayer ocurrió algo curioso, cuando promediaba el segundo tiempo y Lanús se ponía dos a cero. La “hinchada” visitante comenzó a bajar los trapos y a retirarse del estadio. Muchos dicen que por la interna ¿pero la platea qué tiene que ver con la interna? Yo digo que abandonaron por el hermoso baile que le estábamos pegando. Y bueno, ahora entiendo porque los que se fueron abandonaron. Si en su club principal abandonan, cómo no lo van hacer con su segundo club. Siga siga el baile al compás de Valeri.
P-D.: ¡¡¡El que no salta, abandonó!!!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GRANATE
