DOCTOR JEKYLL, MISTER HYDE
A ver… ¿Por dónde empezamos? Creo que lo primero sería tener en cuenta que hubo cambios medulares en los pilares de este equipo: Saja, Ortiz y Villar. Y aunque De Olivera superó las expectativas de todos, y la mía propia, le faltó carácter y la voz de mando que identifican al súper chino. Frágil en la jugada que derivó en el penal, se resarció con creces sacando una pelota imposible que habría significado la inexorable derrota. Lo mismo para Migliónico que, sin descollar, cumplió otra labor aceptable salvo por el penal infantil que cometió (¿fue penal? Hm…). Y para mi humilde opinión, Pérez Guedes, muy por debajo del nivel de Villar, fue donde hizo agua nuestra academia. Con la ausencia del barbudo se perdió la eficacia en pelotas paradas, las garras en la recuperación y el criterio en la distribución.
Creo que habría que proseguir por el perfil físico. Camoranesi suplió su falta de aire y piernas con envidiable oficio, currículum y garra pero no estaba para los noventa minutos. Sand sigue pesado y siempre le agrega un segundo de más a todas las jugadas que termina despilfarrando. Y, en general salvo Hauche y Centurión, todos parecían querer guardar oxígeno para lo que vendrá, que es mucho para un equipo corto.
El primer tiempo fue execrable; peor que una peli de la Coca Sarly sin la Coca y con el bizarro organito desafinando como nunca. Pésimamente jugado, de parte de ambos equipos pero mucho peor Racing. Aun así, rapiñamos un punto merced a los conmovedores despliegues de Hauche y Centurión. No me gustó Corvalán: estuvo de regalo gran parte del cotejo e, inteligentemente, Zubeldía lo sacó porque otra infracción dejaba al equipo con diez.
Este partido otorga varios interrogantes, algunas certezas y justificadas dudas. Lo positivo: Tenemos un buen arquero suplente. Hauche está retornando a su nivel (una pena que lo hayan expulsado injustamente). Torcimos un resultado que parecía sellado. Empardamos en la cancha de un equipo que venía vacunándonos con asiduidad (esto mismo ocurrió con Argentinos). Estamos invictos con dos victorias y dos empates (media inglesa a lo Merlo). Jugamos mal y empatamos. Zubeldía aprendió de la derrota contra el sabalero y reforzó el medio al meter a Zuculini. Y tanto Migliónico como Fariña, Perez Guedes y Lluyd son suplentes dignos. Falta darle rodaje a Cámpora.
Lo negativo: Somos un equipo bipolar, onda doctor Jekyll mister Hyde, podemos descollar como ante el rojo o apestar como contra el sabalero y el granate. Corvalán es impredecible. Cahais inestable al igual que Pillud. Otra vez nos dormimos en los últimos minutos de un tiempo que devino en el tonto penal. Hay que armar un muleto o borrarnos de la sudamericana. De la forma que está planteado, irán cayendo soldado tras soldado. No tenemos defensores que sepan salir jugando con la pelota; ergo, prefiero que la revoleen antes que sufrir con cada pase lateral cercano a nuestro arco. Los goles contrarios provienen de errores defensivos. Si no le ordenan al pibe Centurión que regule un poco los tiempos, tarde o temprano terminará lesionado (Dios no lo permita y toco madera).
¿Cómo debería continuar esta incierta historia?: Poner los titulares en los dos frentes no nos asegura nada, salvo lesionados y merma en el juego. Opto por un muleto en la copa sudamericana, aunque el dinero que genere este tipo de competencias indique sacrificar piezas. Para penar en dichas copas prefiero poner todos los huevos en la canasta del campeonato local y dejar de tomar la pócima que nos convierte una vez por semana en algo tan feo que no se puede ver por más hincha que uno sea.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO
