CHIQUIlinadas
Qué difícil es concentrarse puramente en lo futbolístico, cuando lo acontecido en las inmediaciones del estadio Brigadier López tiene más eco que el partido mismo. Basándonos en declaraciones de hinchas y jugadores principalmente, y lo visto por televisión, casi podemos afirmar un maltrato sistemático de las fuerzas policiales santafesinas, en el hacer o no hacer. Piedrazos, saqueos, daños a autos, robos a familias que llegaron a Santa Fe y parte de la prensa cordobesa, y la desmedida represión policial, fuerza esta, responsable de "la seguridad del espectador". No ahondaremos en esta cuestión, simplemente mencionamos el vergonzoso accionar de los uniformados come-gato, lo repudiamos diametralmente y nos proclamamos en contra de la violencia.
Con respecto al "deporte más hermoso del mundo" (diría el gran Luis Omar Tapia), el partido tuvo el sello de Belgrano de visitante. El local saliendo a comerse vivo a su rival, y el celeste replegado para salir de contra. La "Fórmula Zielinski" iba funcionando a pleno, en ventaja muy tempranamente, producto de la velocidad, incisión, y sobretodo de la precisión de los dirigidos por el ruso. Tuvimos en varias oportunidades el tercero, ya que Colón estaba muy desesperado, pero paulatinamente los de Sensini se fueron calmando al tiempo que el pirata se fue acomodando más atrás en el campo.
Uno sabe que en este estilo de juego, el sacrificio, el compromiso y la inteligencia, son piezas claves en el éxito de la táctica. Invitamos al rival a jugar muy cerca de nuestro arco, para poder sorprenderlo de contra, con más espacios y explotando la velocidad de los nuestros. Por eso, ser "vivos" es clave para alzarse con los tres puntos, y es menester ante todo, no mandarse cagadas. Se entiende que si los de afuera sabemos eso, es más que obvio y lógico que los de adentro, los jugadores, también lo sepan. ¿O no? Chiqui no, aparentemente.
Preguntarán: ¿Fue en una situación clara de gol? No, fue al lado del banderín del corner, con la pelota a punto de irse al tiro de esquina y el jugador cubriéndola para hacerlo efectivo. ¿Era necesario tirarse con los tapones para adelante? No, nunca lo es, y además se comprometió mucho la integridad física del rival. ¿El arbitraje era muy malo? No, sorpresivamente bastante correcto. Nos cobró un penal y se podía oler una compensación. Bueno, pero hay que marcar presencia, para intimidar. Si, pero sabiendo que te van a hacer lo mismo, y no le van a pegar a los centrales, le van a convidar a los rapiditos de arriba; como cuando quebraron al Picante.
Lo anterior vale para dejar en evidencia la irresponsabilidad de nuestro tribunero central, que cambió el curso del partido al punto tal, que salimos agradecidos con un punto en el bolsillo. No es la primera vez que "el goleador" hace una entrada salvaje, haya o no sido penada por el árbitro.
Por ahí es injusto culpar a un sólo jugador, pero también es injusto para jugadores y hasta para el técnico que diseñó este estilo de juego (que si comparto de visitante, y lo repudio totalmente de local), que se vaya todo a la mierda con una situación más que evitable. No podemos negar que hubo un partido antes y otro después de la expulsión.
Por suerte tenemos mucho que mejorar, mucho por aprender, mucho por recapacitar. No volver a caer en errores como este, sería un buen comienzo.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PIRATA