Aquí me pongo a cantar, al compás de la vigüela… así empieza la fábula más famosa de la Argentina en la que se cuentan los vaivenes de la vida de un gaucho. Sea una fábula, un cuento de hadas o una historia berreta que viste por ahí, tiene un paralelo con este Atlético modelo 2012, que ni las cabezas más pesimistas se imaginaban. Y si hablo de paralelo me refiero antes que nada a la ilusión, ese sueño que no hace más de dos meses empezamos a tenerlo en esa misma cancha donde el Domingo bailamos hasta más no poder (y no por gusto nuestro) con el mismo rival y con casi los mismos jugadores (el único que falto fue el flaco).

Entonces, ¿Dónde está el problema? ¡En la actitud muchachos! Siempre estuvimos acostumbrados a los fallos defensivos, a que el medio sea una autopista donde nadie para a nadie, pero si había algo que distinguía a este equipo era la garra, los huevos que dejaban en la cancha en donde se jugaba y hoy esa mística se está yendo a la basura. Mucha desconcentración, los jugadores corren todo el tiempo atrás de la pelota, ningún anticipo, NADA.

Y en frente todo lo contrario. Un equipo que te plantea un partido con tres números 10, un tiki tiki. Teniendo ellos un sólo 5 nunca los pudimos agarrar mal parados, siempre las contras fueron lentas. Al Melli le entraron todo el tiempo por izquierda, Eluchans no colaboró nunca en defensa, Fissore sigue sin aparecer y Carrera volvió a tener altibajos. Me gustó Ferro, en la primer pelota que fue marcar se tiró de cabeza (¿vende humo?), pero entró con el resultado ya puesto y con el esquema de Trullet. Bien por el yagui con los cambios. Mamita lo que jugó el pibe Rodriguez Rojas, un irrespetuosos diría el Bambino, siempre yendo para adelante, con claridad, encarando. Hace falta un poco más de fogoneo. Hay una muy buena cantera y tenemos que aprovecharla. Se lo borró al Pocho (el futuro Nico Castro), Cape ya no entra, y a J. López todavía le pesa la camiseta. En fin, me parece que algunos cambios le vendrían bien al equipo ya que dos puntos en nueve jugados es casi nada para las pretensiones que tenemos de cara al promedio.

La crónica del partido léanla en un foro del tomba, me parece innecesario hacerla ya que el partido fue todo el tiempo de ellos. Lo que más se resalta es el partido de Sara, si no hubiese sido por él veníamos con cuatro (o en cuatro) de Mendoza.

Y del vino mendocino pasamos a la birra. No, no te estoy por contar lo que fue mi fin de semana (bastante parecido por cierto), viene Quilmes, un equipo molesto (pregúntenle a Boca) pero que puede ser la primer victoria. Por lo pronto a seguir trabajando en todos los sectores. Como siempre desde acá el amor seguirá siendo incondicional.