Noche insólita y extraña en el Bosque,
donde el equipo de Pedro cayó por 1
a 0. Finalizado el primer tiempo, el partido que
disputaban Gimnasia y Ferro estuvo detenido casi una hora. Esta vez no fue por
un papelón de Muñoz, como cuando amenazó al Sargento Giménez, sino que se
registró una amenaza de bomba que causó la detención del partido. Otra cosa
insólita que nos ofrece el fútbol argentino, donde ya nada sorprende y todo
pasa como dice Don Julio.
El análisis futbolístico de lo
mostrado por Gimnasia no ofrece muchas novedades. Otra vez se vio un equipo sin ideas, ni juego
asociado, para generar algo de tres
cuartos de cancha para adelante. El equipo se repitió en intentos por ir por los costados, pero una vez más, como a lo largo de todo el campeonato, quedó clarito que ni Benavidez, ni García, ni Pierrou, ni Casco son solución. O bien se equivocan en pases simples o terminan mal sistemáticamente todas las jugadas.
cuartos de cancha para adelante. El equipo se repitió en intentos por ir por los costados, pero una vez más, como a lo largo de todo el campeonato, quedó clarito que ni Benavidez, ni García, ni Pierrou, ni Casco son solución. O bien se equivocan en pases simples o terminan mal sistemáticamente todas las jugadas.
Gimnasia carece de manera
alarmante de un jugador que organice el juego. No alcanza con el orden de
Pouso, ni con las apariciones escasas de Capurro, que se pierde en intentos y
termina corriendo más que jugando. Tampoco alcanza con los arranques de Cabrera
que, en este equipo y sin exagerar, es Messi. Si, suena a locura, pero es el único
capaz de sacarse un tipo de encima y hacer algo distinto.
Se va terminando el torneo y
Gimnasia termina deambulando por mitad de tabla. El tiempo demostró que a este
equipo no le daba para más y que Troglio (ojala siga) hizo demasiado.
El futuro asusta por lo futbolístico
y sobre todo por lo institucional. Será difícil armar un equipo con
pretensiones serias de ascenso. Habrá que armarse de paciencia y entender, de
una vez y para siempre, que para estar en primera hay que ser un club de
primera. Hoy Gimnasia no lo es, aunque moleste.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TRIPERO