Hay vida después de dos derrotas al hilo. Sin lucirse ni mucho menos, Ñubel logró un triunfo de oro en Rosario y todavía tenemos chances. Mientras otros usan la calculadora para promedios y ascensos poco probables, la Lepra piensa en grande.
Fue 2 a 1 al Rojo sin convencer a nadie pero alegrando a la mitad más muchos de la Chicago argentina.
Es una virtud de los equipos levantar resultados adversos. Y sin jugar a nada, Niubel levantó la desventaja y se llevó algo más de lo que merecía. Pero bueno… el fútbol es así y nadie va a ir a la AFA a devolver un punto. Y no me vengan con que Patito Rodriguez estaba habilitado porque ya nos chorearon mucho este torneo.
El gol de Pablo Pérez (tiene un aire a Luciano Pereira, no me jodan) fue una bomba anímica para el equipo pero parecía que la cosa moría ahí. Y mientras la hinchada no paraba de alentar y la pelota rodaba y volaba por ahí, apareció Aquino y a cobrar. Mérito para el tato que la pegó con el cambio y supo rearmar el equipo.
Dos reflexiones me deja este partido: tenemos suerte de campeón y la hinchada más popular. Que los demás hablen…nosotros peleamos hasta el final…y en primera.
Ahora a ganar y hacer cuentas. Porque el Arse del ferretero de Viamonte va con Boca, Tigre desciende y All Boys no existe.
Noti-Ascenso: La amargura tiene un explicación psicológica. Si no, que le pregunten a Pizzi y los 5 hinchas de Bentral que fueron a Santa Fe para ver la estrepitosa caída con Patronato: Ven rojo y negro y se asustan! Si las cuentas no me fallan...te quedás un año más!
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO LEPROSO