TODO SIGUE IGUAL
Fecha 35, una nueva fecha que se va de este largo torneo. Instituto jugaba el partido, a priori, más accesible de los que quedan; esta vez tocaba visitar a la lepra mendocina con la premisa de ganar para no sólo quedar bien parado de cara a lo que resta, sino que quizás en la cima de la tabla nuevamente, ya que más tarde les tocaba cruzarse a Central contra River y por ello parecía ser la fecha ideal para ganar terreno en la recta final.
Desde el inicio fue Instituto el que salió a buscarlo, como entendiendo lo que se jugaba, sin embargo las ganas de ganar duraron apenas 15 minutos, y a partir de ahí otra vez empezaron los problemas. Fue una gran laguna de 65 minutos la que nos muestra esa faceta del equipo que no queremos ver: jugadores erráticos, desatentos, desconcentrados e incluso pareciera desmotivados; es algo que aún no logro entender, si incluso en la larga tanda de discursos semanales de parte del plantel y cuerpo técnico prometen que eso no puede ni debe suceder en el siguiente partido… y sin embargo sucede.
Creo sinceramente que se dejó pasar el tren más importante, había que aprovechar que los 2 de arriba se quitaban puntos entre ellos y que Instituto jugaba contra uno de los peores del torneo. Este empate nos deja exactamente igual que antes, pero con una fecha menos. La noticia buena es la vuelta de Videla, le hacía mucha falta al equipo, es realmente el motor que lucha, marca y juega, y que le da el equilibrio y la confianza necesaria a los otros 10 jugadores. Fueron él y Fernández los que lograron el cambio de rumbo en los últimos 20 minutos en Mendoza y cambiaron en los hinchas la desilusión por esperanza.
Quedan ahora apenas 3 fechas más, 270 minutos que decidirán los 2 ascensos directos, y ahora ya no pesa más el juego vistoso, ahora gana el que tiene más en claro el objetivo o el que, como en fechas pasadas, tenga la billetera más abultada. Por eso, a pesar de la decaída de las últimas fechas, Instituto sigue dependiendo de sí mismo para lograr el objetivo, y ya no se permite el lujo de desconcentrarse ni un minuto más. Esperemos que los próximos partidos se parezcan más a los 20 minutos finales de los últimos partidos que a los 70 iniciales.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO GLORIOSO