PAUSA
En esta oportunidad, en este nuevo martes, hay tres temas puntuales que son protagonistas en el "mundo Independiente": la barrabrava, la derrota frente a Arsenal y el arbitraje de Juan Pablo Pompei.
En cuanto al grupo de mafiosos que ocupan un inexplicable lugar de privilegio en la tribuna, lo único novedoso que puedo aportar desde este lugar es que soy muy escéptico y negativo. Lógicamente aplaudo y felicito la valentía de Javier Cantero pero estoy en condiciones de dar por sentado que no tendrá el apoyo suficiente para erradicar el problema de raíz.
Detrás de esos vándalos hay un complejo
y enredado grupo de personas (políticos entre ellos) con intereses muy claros que no piensan resignar ante un dirigente aislado. Por lo tanto, para eliminar a las barras se necesita una igual cantidad de gente, con la misma cantidad de poder, que ellos para "enfrentarlos". Casi imposible.
Respecto al partido contra el equipo de Sarandí, el Rojo mostró una nítida pausa en relación a la evolución que venía llevando a cabo semanas atrás. Los de Cristian Díaz perdieron protagonismo, solidez y dinamismo dejando en descubierto errores defensivos considerables.
En cuanto al trámite, Arsenal no fue tan superior como el resultado lo indica (1-3), pero sí es verdad que Independiente mostró una faceta endeble y tibia que no merecía ganar. Y, para colmo, a la hora de marcar, el equipo mostró fragilidad y desconcentraciones. En definitiva, una vez más, cuesta mucho salir victorioso fuera de casa.
Y, por último, un detalle. Es verdad que el arbitraje de Pompei fue bastante flojo. Omitir penales no es poca cosa. Pero como marcaba anteriormente, el conjunto de Díaz jugó mal y el resultado más lógico era que vencieran los de Alfaro. Por consiguiente, lo de Pompei fue un dato menor, irrelevante.
Independiente deberá volver por la senda de la evolución sostenida y continuar construyendo sólidamente como lo venía haciendo. Lo de Arsenal tendrá que ser una simple pausa de un crecimiento indiscutible.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO