Tres penales, tres expulsados, dos goles en los minutos finales, dos remontadas… pasó de todo en el sur desenergizado.
Lo tuvimos para ganar, estuvimos a punto de perderlo y debimos conformarnos con un punto. Como dijimos con mi alter ego la semana pasada, más por errores propios y no virtudes ajenas fue que UNION puso la parda en la última jugada. En el primer tiempo, el tatengue fue superior a su rival, pero se topó con mamá Lucchetti, que desde temprano empezó a convertirse en figura.
La cancha se inclinaba para el lado visitante, por mérito rojiblanco y parecía que el gol estaba al caer, hasta que cantó Trucco. Rodrigo Erramuspe tomó a Agustín Alayes en una pelota detenida y el cuervo cantó…. ¿Penal? Por si fuera poco sufrimiento por duplicado, pepa adentro y en contra. A pelearla desde abajo. Para colmo, Frank Kudelka se fue expulsado por protestar un ¡penal! (este no lo vio truquito) y todo el equipo entró en un nerviosismo que no convenía, parecía que se venia la noche, y encima no había energía eléctrica, fucking temporal.
En el complemento, otra vez fue el Tate el que más propuso, no bajó los brazos y siguió buscando. En el medio, expulsados para todos. (¡Si seguimos así va a debutar toda la reserva!) Hasta que Barisone capturó un rebote y marcó su primer gol con la rojiblanca. Parda. Desahogo. Felices pascuas. Quedaba tiempo para intentar la hazaña, que estuvo cerca cuando el Pichi Rosales se la dio a Jara, que enganchó y remató bajo para que mama Lucchetti otra vez justifique el sueldo.
En los minutos finales, con un UNION cansado y mal parado en defensa, Banfield se animó un poco más. A los 39’ Limia apareció volando a su derecha para sacarle un muy buen cabezazo a Ferreyra. Y a los 44’, ¡NOOO! ¡El Changuito Cárdenas metió la mano en el área! penal y pepa en contra. Puteadas. Puñetazo inútil. Parecía que la historia estaba liquidada, pero no. Con el Tate siempre hay tiempo para más. El equipo fue con lo que le quedaba y Velázquez fue bajado en el área por mama Lucchetti ¡Penal! Esperanza. Rosales no se hizo cargo, nadie le insistió, y fue Jara el encargado de poner la parda final y reventarme el corazón con un tiro que dio en el palo y luego terminó en el fondo del arco. Desahogo y dolor de garganta.
En fin; seguimos esquivando la derrota, seguimos sumando aunque, en medio de tantos empates el equipo debería aprender a liquidar los partidos para dejar de una vez de esquivar la victoria.
Palabras adicionales: COPROSEDE andá a la C…ara de la L…una. Copamos igual la cancha. Me sentí un salilero (revisen la literatura del genial Fontanarrosa)
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO TATENGUE