REMONTADA GIGANTE
Gigante domingo de Pascuas. Gigante “el gigante de Alberdi” para ser escenario de una fiesta. Gigante el equipo. Gigante el “tete”. Gigante la remontada. Gigantes los huevos (y no de chocolate). Belgrano es así: Gigante. Y se quedó en casa con un resultado igual de grande dada la magnitud del rival y afirma mi postura de que somos uno de los pocos equipos que saben a qué juegan en el fútbol argentino.
Ya he escrito sobre esto antes, pero lo repito para que se entienda. Belgrano sabe a qué juega. Lindo o feo. Conceptos subjetivos. Esto es fútbol y el que hace más goles: gana. En el Pirata, lo que el sistema pide, todos los jugadores lo tienen bien aprendido. Podemos ganar o perder, pero si me disculpan el atrevimiento, en Argentina sólo 4 equipos a lo largo de la temporada han tenido bien en claro a qué juegan, y más allá de las limitaciones, mi Belgrano es uno de ellos (los otros a mi criterio son Boca, Vélez e Instituto).
Las semanas pasadas comenté que las lesiones y las suspensiones jodieron el funcionamiento general y los resultados, pero la idea estaba intacta. Y así parece ser. La vuelta del “picante” a la delantera genera sin duda persignaciones varias (y no por las Pascuas) en los defensores de toda primera división. El “pica” los complica a todos, él solo. Y un Estudiantes con defensa de jerarquía no fue la excepción. Y si a eso le sumamos el retorno de otro que sabe con la pelota como Mancuello (que para mi era la carta del Ruso para remplazar al “mudo”, antes de lesionarse), Belgrano empieza a ser cosa seria. El orden defensivo (que en este partido fue flojo en el primer tiempo, pero reapareció en el segundo) y la entrega colectiva produce “síndrome del juego mediocre” en los rivales. Y si ahí el Pirata aprieta un poquito, está para ganarle a cualquiera. Y eso pasó. Estudiantes aprovechó un error y facturó, y no hizo más. En el segundo tiempo la B se adelantó en el campo y a lo Belgrano dió vuelta un partido bárbaro, con entrega, garra, concentración y pasajes de buen juego colectivo. 2 a 1 para la B y Felices Pascuas. Párrafo aparte para González.
Otro gigante. El “tete” debe haber jugado su mejor partido en 10 años. Marcó, movió la pelota, corrió, jugó, puso la pata, y ganó dos veces en el área del “pincha” para convertir un doblete y dar vuelta el partido y quedarnos con tres puntos jugando bien y mejor que el rival. Con el correr de los partidos el rubio mediocampista parece haberse acoplado a la idea de juego y está siendo uno de los estandartes en esta segunda mitad de la temporada.
Postdatas:
(1) “el poder de los sueños”. Me desperté el domingo de pascua habiendo soñado que veía ganar en nuestra cancha a mi querido Belgrano 2 a 1 contra Estudiantes, pero en el sueño yo no estaba ahí, lo veía por televisión. Entonces, en un acto de "cabalismo onírico", decidí no ir al "gigante", me tomé un bondi y me fui a verlo con mi viejo por TV. ¿Y que pasó? WTF...ganamos 2 a 1. Me pregunto ahora: ¿Estaría bueno soñar los números del quini no? Je.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO PIRATA