Llegó el sábado, hermoso día en la capital de la provincia, para coronarlo con la presentación del negro en el centenario. Sí, sábado, ese mismo día que todos elijen para salir. Motivos sobran y aún más contento si el “sabalé” encima gana.
Alegría casi total diría, por 30 segundos y un penal. Pero no importa, Colón ganó y sumo su segunda victoria consecutiva en condición de local, algo que no pasaba desde hace dos años. Una locura si pensamos que el torneo pasado sumamos 31 pts. Por eso la gente deliró y explotó de alegría luego del gol y de la demostración de humildad del ídolo, que no le dolió ir al banco, sino que entró cuando se lo necesitó y se fue besando la camiseta.
Un desahogo, no por el partido, sino por la situación estanca en que nos encontramos. Y de la misma manera fue el partido, algo chato y planchado para un rotundo empate; que por lo menos yo vi a un Colón con mejores
situaciones que nuestros amigos “granates”, pero siempre me dio la sensación que a ellos se les hacía más fácil llegar al arco. Con solo tres pases se colocaban en posición de gol. Algo que no supieron aprovechar porque más allá de los primeros minutos donde por la punta izquierda nos enloquecieron no hubo mayores sobresaltos.
Alegría casi total diría, por 30 segundos y un penal. Pero no importa, Colón ganó y sumo su segunda victoria consecutiva en condición de local, algo que no pasaba desde hace dos años. Una locura si pensamos que el torneo pasado sumamos 31 pts. Por eso la gente deliró y explotó de alegría luego del gol y de la demostración de humildad del ídolo, que no le dolió ir al banco, sino que entró cuando se lo necesitó y se fue besando la camiseta.
Un desahogo, no por el partido, sino por la situación estanca en que nos encontramos. Y de la misma manera fue el partido, algo chato y planchado para un rotundo empate; que por lo menos yo vi a un Colón con mejores
situaciones que nuestros amigos “granates”, pero siempre me dio la sensación que a ellos se les hacía más fácil llegar al arco. Con solo tres pases se colocaban en posición de gol. Algo que no supieron aprovechar porque más allá de los primeros minutos donde por la punta izquierda nos enloquecieron no hubo mayores sobresaltos.
Tan contentos salimos, por un triunfo que en otra ocasión probablemente no nos llevábamos nada, que la gente se fue cantando a letra de: “a tomar porrón, a tomar porrón sabalero, a tomar porrón…” Hago constante alusión festiva, que espero no tomen a mal los hinchas de Lanús. A no preocuparse que con lo que juegan, la posición en tabla es meramente transitoria.
Por lo menos así lo siento yo.