INDEPENDIENTE
"...Entonces, confiando en el trabajo realizado hasta aquí, más la incuestionable mejoría que viene evidenciado Independiente, sumado a la jerarquía que suele demostrar frente a los vecinos, y en nuestro estadio, todo indica que el fin de semana, el desafío será superado con creces."
De esa forma cerraba la nota el martes pasado en mi habitual columna en este espacio (Nota Martes Pasado). Hago esta cita autorreferencial no por soberbia, arrogancia o autobombo, sino simplemente para destacar el crecimiento y la confianza que genera este nuevo cuerpo técnico comandado por Cristian Díaz. En tal caso soy simplemente un observador de la realidad
(que supo modificar el flamante entrenador) y trato de analizar en palabras escritas.
El Rojo, una vez más (y ya hay 22 partidos de diferencia en el historial), mostró su grandeza frente a Racing con total e indiscutible autoridad.
Esa es justamente la palabra que mejor lo define: autoridad... poderío, firmeza, dominación o como prefieran llamarle. Porque si bien, hay que reconocerlo, Independiente no jugó 10 puntos, ya que el equipo de Cristian se encuentra en plena evolución pero le falta mucho para llegar a su punto máximo, los once rojos siempre se mostraron sólidos, activos, dinámicos, luchadores y, sobre todo, con una presencia ineludible.
Tanta fue la grandeza que en todo momento mostraron los de Díaz, que ni siquiera tambalearon al encontrarse derrotados. La seguridad y las ganas son tantas y tan claras que el 0-1 pareció no tener la más mínima repercusión en el plantel y con el paso del tiempo quedó demostrada la tranquilidad e inteligencia para sobrellevarlo.
Todo esto llevado a cabo por un director técnico que sabe perfectamente lo que quiere y, para gran felicidad del pueblo rojo, encima llevado a cabo por juveniles, por los nacidos en el propio club. Contra la Academia 8 (Gabbarini, Velázquez, Galeano, Milito, Monserrat, Godoy, Villafañez y Patito) de los 11 titulares conocen la historia de la institución y cómo jugar los clásicos.
En fin, una vez más esta enorme camiseta nos regala una alegría más, una felicidad a la que estamos acostumbrados, un hecho histórico más que nos recuerda la grandeza de Independiente.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ROJO.