El principio de este clausura para nuestra querida academia se parece bastante a los épicos mitos griegos de Homero. Y, como dice este título, pasamos del caos y mirar de reojo el promedio a dos goleadas que nos trasladan, como por prodigio de Zeus, a la mitad de la tabla y así aspirar a la cima; empero, lo que más llama mi atención es el giro de 180º que tomaron los árbitros para con Racing. Pasaron de robarnos descaradamente partidos y campeonatos a este trato vip de "club grande". No seamos ingenuos pregonando que los árbitros argentinos se equivocan porque son malos. De ninguna manera, los árbitros argentos son excelentes... brillantes y sutiles títeres de la AFAno. Jamás se equivocan cuando se trata de un partido intrascendente y si existen "errores" siempre son para complacer intereses económicos y mafiosos. Hay miles de ejemplos de los cuales puedo destacar la vergonzosa ayuda que siempre recibió River hasta que, por designio del gran pope, se les quitaron las rueditas de los costados y las gallinas que nunca supieron andar solos en bici, se desbarrancaron hasta irse de narices a la B. Los increíbles campeonatos comprados por los rosas con 374 penales en 19 fechas con el reconocimiento del fraude por su propio vice y la escandalosa copa sudamericana.
Ahora bien, regresando a la actualidad racinguista, no deja de asombrarme este cambio radical ¿Lunati expulsando a un jugador local por un manotazo desde el piso que no vio? No me lo creo. Y eso definió el partido. Fue crucial: un golpe de knockout para el estructurado Olimpo. Un equipo con la espada de Damócles sobre la cabeza. Después comienza el análisis.
Literalmente, me defeco en los ridículos puntajes que esgrimen los diarios deportivos que parece que sólo les funcionan las teclas 5,6, y 7 y que saben tanto de fútbol como yo de física cuántica; o mandan a un correveidile de cinco centavos que le cuenta lo que oyó en dos párrafos. Los comentarios parecen dibujados o copiados: son patéticos.
Paso a comentar que lo de Saja fue para diez y mención especial y sublime la pelota cruzada rasante que saca en el primer tiempo. La defensa sigue haciendo agua: mejoró notablemente la tarea de Martínez, sobre todo en el primer tiempo pero decayó Aveldaño (parecía ausente). El primer tiempo de Pillud fue bueno pero se diluyó hasta convertirse en el mismo de siempre y, si bien, Cahais es más que Licht (cualquiera lo es) se lo nota incómodo en esa posición. A pesar de que la mayoría de los periodistas halagaron la actuación de Castro, a mí no me convenció. Sí me conformaron Hauche y Zuccu (este último de muy buen primer tiempo). Aun así, Toranzo fue más incisivo en el segundo. No obstante -como siempre digo-, hay que rodearlo porque pierde muchas pelotas que se convierten en peligrosos contraataques.
Párrafo aparte, otro partidazo del crack colombiano. Y aunque me duela decirlo, Teo, sin Gio, es otra cosa. Es la triste realidad. Por eso supo brillar con Russo: porque no estaba Gio. Completo con Pelletieri de muy flojo primer tiempo aunque repuntara en el segundo y Santander que aporta presencia con ese ropero que tiene por cuerpo; no mucho más.
Insisto, el partido tomó otro rumbo con la expulsión. Odio las injusticias y no me gusta ganar con ayuditas. Pero, mucho menos, perder de esa forma. Y ya que la justicia está representada por una mujer de ojos vendados que sostiene una balanza... pues bien, dejémosla con los ojos vendados hasta que la balanza se equilibre. O sea: que nos merecemos 45 años de ayuda para compensar toneladas de injusticias. Disfrutemos de estas palmaditas en el lomo y de los caprichosos dioses del Olimpo. Racing está primero.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO ACADÉMICO
