Carrizo: 7
Ferrari: 6
Maidana: 9
Ferrero: 7
Román: 7
Almeyda: 8
Acevedo: 9
Pereyra: 8
Ortega: 6
Pavone: 8
Arano: 4 (el partido más rescatable)
Buonanotte: 5
Funes Mori: 5
En una tarde soleada, alboratada de gente deambulando las calles de Nuñez palpitando esos miles de corazones agitados el comienzo del evento deportivo con más pasión del mundo, aparecieron unos fantasmas con la letra B en su disfraz. Pero no sabían aquellos ingenuos payasos cuál iba a ser el fin de su destino. Los fantasmas resultaron ser 3: Brindisi, Basile y Borghi. Los fantasmas de la letra B.
Qué gran felicidad! Para sintetizar lo que hoy se puede sentir. Un oasis en el medio del desierto, son esas cosas que te deja el superclásico. Cómo un partido puede potenciar tanto las cosas para bien o para mal, lo que no hicieron un cúmulo de fechas lo sepultan 90 minutos de fútbol. Qué triste fue ayer ver a Fantino en su mediocre programa, haciendo entrar a Leto al hotel para hablar con Ameal, me dio vergüenza ajena (Beto querido no entiendo cómo caes tan bajo de ir a ese programa de cuarta).
El partido no fue un clásico más. Todos hablan de que está devaluado, que los dos equipos no luchan por nada. Es uno de los espectáculos, me animo a decir, más espectaculares del mundo. Es el clásico de siempre, de la pasión, de la rivalidad eterna, el que esperás para cargar a todos al otro día. Pueden llamarlo el clásico de la necesidad. De equipos que venían más que necesitados de una alegría para su gente, con las mediocres campañas que llevan adelante, cuando a sus hinchas los tienen acostumbrados a ser protagonistas.
Hablemos del partido. River amplio dominador desde el minuto 0. A diferencia del equipo de Cappa, no quiero caer en comparaciones odiosas o apresuradas, este pareció que sabía lo que quería. Salió a comerse la cancha, a raspar, a no dejar jugar al rival. Un equipo compacto como dijo J.J. López. No habrá sido muy lucido su fútbol, pero demostró ganas y corazón. Jugó Tristelme? Jugó Martín? Jugó Battaglia? La única llegada con riesgo de Boca fue a los 43 ST con un disparo desvíado de Chavez, nada más.
Increíble partido de todos y cada uno de los jugadores. Quiero destacar a todos. Fue una verdadera fiesta.
Si los bosteros no se comieron 3 o 4 fue por limitaciones propias, por fallas infantiles en los últimos pases cuando Boca estaba para el cachetazo de contra. Ni que hablar del obvio penal que hace Caruzzo con la mano y Baldassi se hace el sota. Tristelme seguí llorando por el penal inventado a Palermo y Mendez!
Sólo para resaltar la labor de Acevedo, que jugó un par-ti da-zo. También la defensa que fue más grande que la Muralla China. Almeyda no es un león, ya es de otro planeta. Lamela, intratable. Ortega, genio. Pavone, nuestro titán. Dos palabras para Maidana: chau Borghi.
Otra tarde inolvidable en el monumental, sepultamos otro técnico bostero, fue la crónica de una renuncia anunciada, sin querer se prestaron a una exposición lamentable. Gracias bostero por esta alegría y sigan siendo tan lamentables como lo volvieron a demostrar ayer con las bengalas y arrojando butacas. Se jugó como se debió jugar, con el corazón a flor de piel, piel de gallina desplumando felicidad.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLO
