Ya está, ya pasó. Ya se dio pena en defensa, ya se dio pena en ataque, ya se flaqueó en los últimos 15. Ya está. Una
vez más, no aprovechamos los momentos del partido. Cuando hay dominio,
no hay profundidad. Cuando hay profundidad, no hay definición. Cuando
hay definición, no hay suerte.
Y ni hablar de
los cambios: los de ellos, dieron aire y fútbol. Los nuestros, nos
ahogaron y nos quitaron juego. ¿Soy el único que, pese a algunas
intermitencias, vio un buen partido de Teo? ¿Por qué lo sacó si era el
único nexo entre el medio y Mora? ¿Por qué no se reforzó la banda
izquierda? Vangioni sufrió pesadillas con un Carrizo que encima jugó
mal. Luego, le metieron al pendex este Pavón y terminó de armar la
fiesta por nuestro carril izquierdo. Debió entrar Funes Mori, un tipo
rápido y con más marca. Obvio que es fácil hablar con el diario del
lunes: capaz lo metía a Ramiro y nos comíamos 4, todos por su sector,
pero el cambio se vislumbraba ya a los 25 del primer tiempo, cuando el
Piri no daba a basto.
¿Por qué sale Driussi,
el más vertical y quien taponaba a Cubas? Pity entró nervioso como
contra Huracán y no dio una mano para marcar. Entró Gago y ellos
empezaron a jugar. Lógico, eran locales y se iban a venir los últimos
minutos. ¿Por qué no reforzar el medio con Ponzio? La única explicación
lógica es que no estuviese al 100%, pero por un ratito...
Muchas
preguntas y una sola respuesta: nos levantamos, ganamos el jueves, y
equilibramos la balanza. Ahora, no me lo toquen a Mora, que es el único
jugador del plantel que mejoró su nivel con respecto al del torneo
pasado. ¿Vieron? Todos bajones menos uno.
A
cambiar el chip muchachos, no le faltemos el respeto a nuestra historia.
No les demos revancha. Que sigan mordiendo el polvo como el año
pasado.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLO