Pensaste que iba a llorar por los árbitros, que las rojas no sacadas y los offside inventados y la puta que los parió. Bueno, no.
El Vasco. Claro, el Vasco. Criticar al DT es la más fácil. Que si el doble 9, que si Gago lesionado, que para qué el chileno, etc. etc, etc. Pero no.
El orto de Riber. Que en La Boca no llegó al arco, que en la vuelta el burro de Vangioni pateó a cualquier lado y le salió un pase, que Barovero tapó tres bochas claves. No, no, y no.
Perdimos viejo. Sí, perdimos. Punto. Perdimos una puta Copa y contra los amargos. Sí. ¿Y? ¿Qué pasa? ¿Acaso alguien va a dejar de alentar? ¿Vos te creés que se me va a ocurrir quemar la Bombonera? ¿Que voy a romper las fotos de la infancia con la gloriosa puesta? ¿Que voy a comprar camisetas de otros equipos?
Es cierto que hay muchas cosas para pensar y corregir, que el planteo, los jugadores, el proyecto, los dirigentes. ¿Pero vos te creés que yo estoy pensando en eso? No, hermano. Ya habrá tiempo para el análisis.
Pero hoy estoy pensando en Boca. En Boquita. En los colores. En el orgullo de ser bostero. La pasión por Boca no entiende de resultados. El amor por la azul y amarilla va por otro lado. Boca es una forma de sentir el fútbol. Boca es el pueblo. Nadie se hizo más bostero por ganar tantas Copas ni tantos clásicos, y nadie va a dejar de sentir la camiseta por un partido de la Sudamericana.
Boca es la Bombonera, es la hinchada que más alienta. Boca es la gloria, es la mística, son las hazañas y también los tropezones. Boca es el barrio y las peñas. Boca es Argentina y el mundo. Boca es Quinquela y es Banchero. Boca es el Diego y es Román. Boca es Giunta y es Passucci. Boca es Bianchi y es el Toto. Boca es Dolina, el Indio y Sabina. Boca es el siglo XX y también es el futuro. Boca es mi abuelo y es mi viejo. Boca soy yo y también serán mis hijos. Boca es una religión y un carnaval.
Esto es Boca, señores. Y acá no ha pasado nada.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO XENEIZE - @Roquelme
