Bueno, a la mierda la paramnesia y la definición de Wikipedia. Esto es un verdadero déjà vu: River en condición de visitante. Árbitro: Pitana. Funes Mori jugando de lateral izquierdo ante la ausencia de Vangioni. Córner desde la izquierda. Cabezazo, gol, triunfo y envión hacia la punta del campeonato. Cualquier semejanza con el Ramirazo del 30 de Marzo en la Bombonera ¿es pura coincidencia?
Nuestro paladar es difícil, áspero, incomprensible. ¿Pero me vas a decir que no se disfrutó ganar con garra y corazón a Niuls? A todos nos gusta la triple G, a todos nos deslumbró este River las primeras 7 u 8 fechas, pero hay que tener en cuenta que el rival también juega y, sobretodo, nos estudia. Queda ahí en las virtudes de nuestros jugadores y del entrenador tratar de tener las variantes necesarias para llevarnos los tres puntos en cada partido. Lo cierto es que pasada la mitad del torneo, los equipos contrarios ya van tomándole el pulso al juego del más grande, muchachos, y por eso no se puede pretender ganar 4 a 0 todos los partidos jugando un fútbol champagne.
Cuando no se puede jugar lindo y el partido está trabado, como este domingo en Rosario, hay que apretar los dientes y buscar por otras vías. Nadie habló del mérito de Gallardo de poner cuatro centrales que, además de sacar todo en el área propia, meten miedo en la rival. Así llegamos: primero Mercado (y el forro de Ustari, que se comió seis con San Martín de San Juan) pero siempre los arqueros contrarios ex-bosta son figura contra nosotros. Si no, mirá las bochas que sacó por la Copa Argentina el come pibes de Caranta. Después si, un auténtico déjà vu: Funes Mori puso la chota arriba de la mesa y les cerró el culo a todos los que en la semana cantaban “los de arriba son gallinas, los podemos alcanzar”. Alcanzame ésta.
Creo que este envión puede servir para recuperar un poco la confianza, que parecía diluirse de a ratos teniendo en cuenta que en los últimos partidos no se jugó bien y los resultados no fueron los más esperados (pese a no haber el invicto, ni siendo superados por ningún rival). Ahora, volvemos a lo mismo de siempre: lógico, los próximos rivales, empezando por Belgrano, y terminando en Quilmes, van a salir a complicarnos la vida y a ensuciar el partido para opacar nuestro juego. Habrá que desplegar nuestras armas, sea el fútbol lindo y vistoso, o la patita fuerte y el carácter. Mientras tanto, los miramos desde arriba…
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO