Era un fin de semana largo para disfrutar. El plan era irse a la costa y tomar sol en la Bristol. Más aún cuando escuchaste “En YPF, ahora 12”. Listo. Problema solucionado. Podés llenar el tanque del auto y pagar con el plan de doce cuotas. Ya cancelaste la cochera, ya dejaste de hacer el mantenimiento preventivo y ni hablar de lavarlo. Pero sin nafta no anda. Gran decepción cuando entendiste que 12 son los pesos que te sale el litro de súper y que la luca y pico ida y vuelta a la costa es una inversión que no vale la pena hacer para estar tres días con tu jermu.
Así que el segundo mejor plan será quedarte a ver la fecha del torneo local. Por lo menos zafar de ver a la selección y de arrancar el sábado con frío. Así llegó el lunes a la noche y para calmar la depresión pre jornada laboral, los cuervos nos sentamos a ver jugar al equipo. Para terminar con un vasito de whiskey y un Prozac.
La expectativa por el debut de Yepes, la vuelta de las pinceladas del Pitu, los desbordes poco transcendentes de Buffa, la sorpresiva actuación de Kalinski y la falta de puntería de Matos. Todo a resaltar pero poco para compensar el bajón de jugar en esa cancha fea, casi vacía, sin hinchada y ahora sin sentido de ser.
En menos de un mes nos esperan en Milán, en dos meses estamos en Marruecos y en dos meses y veinte días se reporta el primer caso de ébola en el país. Lo importante es lo que viene. Lo difícil es aguantar.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO CUERVO