Pasan las fechas de este Torneo de la B Nacional, y, la verdad, es que el desconcierto en cuanto a su desarrollo es cada vez más grande, en términos generales. Si bien a nosotros nos interesa exclusivamente el andar de nuestro querido club, no podemos dejar de ver la foto entera.
El torneo es, de por sí, un torneo irregular, salvo 2 o 3 equipos, los demás son una total incógnita. Los partidos son, su mayoría, inmirables (si existe la palabra). Si no sos hincha de uno de los equipos que juegan, es imposible completar los 90 minutos de un partido por TV. Esto puede tratarse por el tipo de torneo, con muchos ascensos, y que nadie va a regalar nada.
Cuando empezó el torneo, aquellos que vivimos la experiencia en la vieja “B”, nos ilusionamos con que íbamos a volver a la vieja mística de aquel Colón considerado uno de los grandes de la categoría, con un equipo que salía a ganar en todos lados. Indudablemente nos equivocamos. Queda en evidencia que un cambio de categoría (por más que esto sea bajar un escalón), trae aparejado un cambio de manera de jugar y de ver los partidos.
Estoy convencido de que el torneo es así, que los árbitros cobran diferente (son peores también), y que hay que tener mucha más “viveza” por parte de dirigentes y Cuerpo Técnico para moverse en el ambiente. Esto último fue lo que más me costó entender, la B Nacional es como los viejos torneos de Primera División, si no tenés planeado hasta el detalle más mínimo, te duermen. Y parece que en Colón la siesta viene desde hace rato.
Con esto no quiero decir que el equipo no juega a nada porque la dirigencia no pelea por tal o cual árbitro, para nada, pero es evidente que en este Torneo, todas las armas ayudan, y algunas a las cuales nos habíamos desacostumbrado, tienen que volver a desempolvarse.
En lo futbolístico, también se evidencia que el equipo está preparado para jugar de contraataque, eso no deja dudas. A Colón le cuesta de local, con el agravante que de visitante no está haciendo pie. Una cosa es Colón cuando hace el primer gol, ahí se acomoda al partido y saca a relucir su mejor lado. Cuando nos pegan primero, el equipo tiene mandíbula de cristal, casi siempre se cae y le cuesta una enormidad remontar un partido.
La esperanza de que el equipo cambie está, siempre, pero lo que se muestra es que más que esto va a ser difícil que veamos. Cuando Colón te pone una mano te duerme, pero cuando le pegan primero, se le aflojan las rodillas.
Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO SABALERO - @Piguyi2011