NOVEDADES

23 septiembre 2014

EL MEJOR ESTUDIANTE DE LA CLASE


23 septiembre 2014

En el día de la primavera (o del estudiante) nunca está de más regalarle una flor a un hijo. Una flor de garchada fue la que le regaló River a Independiente este Domingo. “A River se lo agrandó mucho” dijo el Rolfi Montenegro en la semana. Sí, querido, tu orto se agrandó mucho también, luego de las cuatro pepas que se comieron. Ya los habíamos despedido con un polvo en 2013, cuando quedó sentenciada su ida al infierno de la B Nacional en medio de ese hermoso show que se dio en la tribuna Centenario, lugar desde el cual salían despedidas butacas rojas a rolete. En su vuelta los recibimos con un polvo conscientizador para bajarlos del pony: no se olviden que en casa manda papá. ¿Ya fueron a pedir su asignación por hijo correspondiente?

Corriéndonos un poquito de las cargadas a un rival que jugó más hablando con mucha verborragia y chicana durante la semana que en la cancha, debo remarcar dos cuestiones puntuales que me hicieron tambalear de la butaca de la Belgrano Alta:

La primera e inevitable es la lesión de Kranevitter. Hoy se conoció lo peor que podía pasarle a este equipo, y es que la figura del campeón se pierde no sólo el superclásico, sino que también el resto del semestre (tres meses out por fractura del quinto metatarsiano, para los despistados). Algunas notas atrás yo había manifestado que prefería que me amputaran un riñón antes de que se lesionara este muchacho (si no me creen, pueden buscarla). Sí, para tanto. Kranevitter es tan fundamental en este equipo como el vino en cartón para un borracho. ¿Y ahora, quién entra? Ponzio sorprendentemente tuvo un muy buen partido: marcó, cortó y estuvo preciso en la entrega, pero ¿cuánto le va a durar? En dos semanas se vienen los bosteros en casa y su fuerte es justamente ahogar el mediocampo contrario: no lo veo a Ponzio, con su pasividad característica, disfrazarse de Fórmula 1 y meterle velocidad física y mental a su juego por arte de magia. ¿Y Cirigliano? Colgado por haber querido irse a Europa. Aunque en estos últimos días estaban evaluando foguearlo con la reserva para tenerlo a punto para el semestre que viene, parece que la lesión del Colo podría acelerar este proceso, ya que detrás de Ponzio, los reemplazantes naturales de Kranevitter son Agüero y Rodríguez, dos chicos de la cantera que aún no sumaron minutos en primera.

En segundo plano, y entrando en detalles minuciosos y dignos de un hincha con paladar negro, me sorprendió la caída que tuvo el equipo luego del gol (de orto) de Independiente. River estaba más para el tercero que para el descuento, pero post 2-1, mágicamente ellos agarraron la pelota y empezaron a jugar para un lado, para el otro, y el team del Muñeco parecía perdido en cancha: rechazábamos, y no podíamos agarrar una, los rebotes eran todos de ellos. Hasta que vino el goleador que “estaba esperando su presa” y nos dio la tranquilidad. Igualmente me dejó pensando ese aroma a empate que rondó el Monumental luego del gol rival. ¿A ustedes no? Se veía venir la pecheada, seamos realistas, pero ellos son más fríos que su clásico rival (no los voy a nombrar dado que son drapie) y considero que solo con la camiseta –muy linda, que fue estrenada este domingo- les pasamos el trapo a los recién ascendidos. ¡Hasta Rojas metió un gol!

En cuanto al equipo, sería algo monótono llenarlo de elogios como gran parte del periodismo amarillista que lamentablemente nos acecha hoy en día. Que “La maquina”, “La Gallardeta”, bla bla bla. Cada vez que leo cosas así me toco el izquierdo, sinceramente, y me acuerdo cuando los de en frente estaban por salir tricampeones, en todos los kioscos había posters del “Tricampeón del futbol argentino”. Todos sabemos qué pasó después. Por eso, a esperar, muchachos, recién va la mitad del campeonato, aunque es cierto que si este River sigue así, difícilmente se lo pueda parar. Este River puede dejar una huella, porque hizo los deberes y por ahora es el mejor de su clase.

Por lo menos así lo siento yo.
ADELANTADO MILLONARIO
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